AGENCIA
Atlixco, Puebla.- La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó enérgicamente el linchamiento de cuatro personas en la comunidad de San Jerónimo Coyula, municipio de Atlixco, Puebla. El suceso, ocurrido el pasado martes, fue calificado por la organización internacional como “un acto deshumanizante” y se instó a las autoridades mexicanas a llevar a cabo una investigación exhaustiva y a tomar medidas para evitar futuros actos de violencia colectiva.
“La ONU-DH enfatiza que linchar no es un acto de justicia; es un acto deshumanizante”, subrayó la organización en su declaración. También resaltaron que este tipo de violencia “despoja violentamente del derecho a la vida, a un juicio justo y a la presunción de inocencia”.
El incidente se produjo en la junta auxiliar de San Jerónimo Coyula, donde cerca de 500 habitantes retuvieron y atacaron a cuatro hombres y una mujer, acusándolos de robar un vehículo en una comunidad cercana. Los cuatro hombres fueron asesinados y sus cuerpos quemados, mientras que la mujer resultó gravemente herida y fue rescatada por las autoridades horas después.
La ONU-DH hizo un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para abordar este problema y proteger los derechos humanos en la región. “Es fundamental que las autoridades refuercen las medidas de prevención, educación y fortalecimiento del estado de derecho para evitar que se repitan estos actos de violencia extrema”, declaró la organización.
La condena de la ONU-DH también subraya la necesidad urgente de abordar las causas subyacentes de estos eventos, tales como la falta de confianza en el sistema judicial y la percepción de impunidad. Además, resalta la importancia de promover una cultura de respeto a los derechos humanos y de buscar justicia a través de los canales legales adecuados.
Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales por parte de las autoridades locales o federales en respuesta a la condena de la ONU-DH. Sin embargo, se espera que se tomen acciones concretas para investigar y sancionar a los responsables de este acto de violencia, así como para implementar medidas preventivas que eviten futuros linchamientos.
Este trágico evento pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer el estado de derecho y de garantizar la protección de los derechos humanos en México, subrayando la importancia de una justicia justa y equitativa para todos.