AGENCIA
Ginebra.- La Misión de Determinación de los Hechos de la ONU para Venezuela reveló que al menos 158 niños, algunos con discapacidades, fueron detenidos en los primeros días de protestas tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. Los menores fueron acusados de delitos graves, como terrorismo e incitación al odio, en un marco de represión que afectó a más de 2 mil 200 personas, según el propio gobierno.
Marta Valiñas, presidenta de la Misión, calificó la situación como “extremadamente preocupante” y destacó que las violaciones a los derechos humanos en Venezuela se han intensificado de forma “sin precedentes” en el contexto postelectoral. Según el informe, la represión fue orquestada desde los más altos niveles del gobierno, incluyendo al presidente Nicolás Maduro, y ha dejado al menos 25 muertos, la mayoría jóvenes de barrios populares.
El conflicto estalló después de que el Consejo Nacional Electoral proclamara a Maduro como ganador sin presentar las actas de votación. En contraste, la oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, publicó documentos que respaldaban su victoria con un amplio margen. La represión fue llevada a cabo por fuerzas de seguridad y grupos civiles armados alineados con el gobierno.
Valiñas denunció que el gobierno venezolano ha cometido crímenes de lesa humanidad por persecución política, con un plan coordinado para reprimir a cualquier voz opositora. “Estamos presenciando una intensificación del aparato represivo del Estado”, señaló la jurista, añadiendo que la ciudadanía se encuentra indefensa ante la arbitrariedad de las autoridades y la ausencia de garantías judiciales efectivas.
El informe, que cubre el periodo entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, destaca que la crisis actual es “la peor de la historia reciente” y representa un nuevo deterioro del Estado de derecho en Venezuela. La Misión presentará su informe completo este jueves ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
