La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido su primer pronunciamiento sobre un brote de una “enfermedad no diagnosticada” en la zona sanitaria de Panzi, ubicada en la provincia de Kwango, en la República Democrática del Congo (RDC). Desde el 24 de octubre hasta el 5 de diciembre de 2024, se han registrado 406 casos de esta misteriosa enfermedad, que ya ha cobrado más de 30 vidas.
¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
Según el reporte de la OMS, los pacientes afectados presentan una serie de síntomas, entre los que se incluyen fiebre (en el 96.5% de los casos), dolor de cabeza, tos (87.9%), secreción nasal (57.8%), y fatiga junto con dolor corporal (60.9%). La mayoría de los afectados son niños, especialmente menores de cinco años, lo que ha generado una grave preocupación en la comunidad internacional.
En cuanto a las muertes, la OMS reporta que un 71% de los fallecidos son menores de 15 años, y el 54.8% de los decesos corresponden a niños menores de cinco años. La enfermedad ha afectado principalmente a las zonas rurales de Panzi, donde las condiciones de acceso son complejas debido a la temporada de lluvias y la escasez de recursos médicos.
Respuesta de la OMS
La OMS ha desplegado equipos de respuesta rápida para investigar la causa del brote, aunque aún no se ha identificado la enfermedad subyacente. Los especialistas están tomando muestras para realizar pruebas de laboratorio y obtener una caracterización clínica detallada de los casos detectados. Además, se investiga la posibilidad de que enfermedades como la neumonía aguda, la gripe, el COVID-19, el sarampión y la malaria sean factores contribuyentes, especialmente en un contexto de desnutrición aguda.
Los investigadores también han resaltado que la malaria, una enfermedad común en la región, podría estar jugando un papel importante en la propagación de los casos.
¿Cómo está evolucionando el brote?
Aunque el número de casos alcanzó su punto máximo en la semana epidemiológica que terminó el 9 de noviembre, el brote sigue activo. El Ministerio de Salud de la RDC reportó un incremento en las muertes, aunque la OMS señala que estos fallecimientos deben ser investigados y verificarse antes de ser confirmados oficialmente.
Recomendaciones de la OMS
Para controlar la propagación del brote y reducir su impacto, la OMS ha recomendado una serie de medidas urgentes, incluyendo el fortalecimiento de la coordinación entre las autoridades locales, provinciales y nacionales, así como el mejoramiento de la infraestructura de comunicaciones en las zonas afectadas. También se aconseja colaborar con las autoridades de Angola para monitorear posibles casos transfronterizos.
Además, se deben realizar búsquedas activas de casos en comunidades y centros de salud, fortalecer la vigilancia comunitaria, y proporcionar una atención médica adecuada, incluyendo el suministro de medicamentos esenciales.
La OMS también hace un llamado urgente para distribuir pruebas rápidas de diagnóstico para enfermedades como la malaria y el COVID-19, con el fin de confirmar o descartar posibles causas.
Desafíos y futuro del brote
Este brote ha subrayado los desafíos persistentes en la RDC, donde el acceso limitado a servicios de salud y la escasez de recursos complican la respuesta ante emergencias sanitarias. A pesar de la dificultad en la recolección de datos debido a la falta de infraestructuras y la inseguridad alimentaria en la región, la OMS continúa con su labor para entender y controlar esta crisis.
Las autoridades de salud internacionales instan a no bajar la guardia y a seguir trabajando en la identificación de las causas del brote, con especial atención a la relación entre la desnutrición y la enfermedad.
El desarrollo de este brote sigue siendo incierto, pero las autoridades sanitarias están comprometidas en brindar respuestas oportunas para mitigar su impacto y proteger la salud de la población afectada.