Acaso sintiéndose Paquita la del Barrio o Chayito Valdez, el diputado Juan Carlos Castro se queja de que Tomás Ríos lo engañó cuatro veces:
“No creo en Tomás, ha faltado a su palabra en cuatro ocasiones. Primero dijo: yo no voy a la candidatura, no cuenten conmigo, y si hay una encuesta no me incluyan”. Mintió.
Posteriormente dijo que si había una elección interna no iría (falso). La tercera mentira fue cuando afirmó que no haría alianza con aquellos que inflaron el padrón del partido. No cumplió.
La cuarta fue al violar un acuerdo, con la dirigencia del PAN, que no fue respetado por Ríos Bernal, y dejó a Castro sin la posibilidad de registrarse. En ese sentido y de manera personal el diputado de marras destacó que hoy en día no confía en Tomás Ríos, ya que no ha sostenido ni una sola vez su palabra como hombre.
Los pleitos de comadres se quedan pequeños ante estos dimes y diretes de estos políticos que pretenden gobernar Córdoba.
Claro, no olvidemos que este diputado Castro no paga la luz, instala “diablitos” para robársela; despide a sus empleadas y es todo un corrupto. La CFE debe investigar y denunciarlo penalmente por robo de energía eléctrica, que es un delito federal.