El reloj que cronometrará de forma regresiva el inicio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Veracruz 2014, instalado en esta ciudad sería mejor idea que contara las horas para que aparezca Óscar Barquet y que Portilla -el alcahuete de Lavín- cumpla su palabra al decir que si no aparece en diez días ya tomaría una decisión, siendo la más correcta destituirlo del cargo, ya que está muy mal tener a una persona que tiene una orden de presentación por una demanda judicial.
O que el reloj marque los días que faltan para que termine Portilla su administración, porque ya le urge a la Ciudad de los Treinta Caballeros un Presidente honesto que gobierne con transparencia.
Ya está “El Buen Fin” tocando la puerta de los mexicanos, aunque es un evento que pretende reactivar el mercado interno a través del fomento al consumo, lo único que hace es, que las familias gasten en cosas a veces innecesarias que con la premura y la oferta ven de manera fácil comprarlas, aunque después lo lamenten. O también aquellas promociones donde hasta 18 meses sin intereses son las grandes oportunidades para endeudarse, aunque después les cueste mucho terminar de pagar.
Felipe Calderón pidió analizar implicaciones por legalizar la marihuana, al sostener una reunión con otros presidentes; cada vez es más sorprendente que quiera poner orden a estas alturas, mejor que componga la cama de Los Pinos, que usará Enrique Peña Nieto y su “Gaviota”, ya que se ha desvivido en brindar esmeradas atenciones al nuevo Presidente de México, como cuando le compró el avión más caro que el que usa el Presidente de Estados Unidos.