¡Vamos a decir la verdad, aunque tengamos que salir corriendo!
¡Ciudadanos conformistas producen gobiernos mediocres!
Ante los accidentes de ayer en la autopista, donde volcaron dos autos por voladuras de llantas cobrando la vida de una persona, ni las cámaras empresariales, diputados, el presidente municipal o los transportistas cordobeses, nadie se queja por las pésimas condiciones de la carretera de “cuota” llena de hoyos y en tramos prácticamente sin cinta asfáltica.
Hace unos meses, el Partido del Trabajo (PT) tomó la caseta, y ese mismo día, Caminos y Puentes Federales (Capufe) puso una cuadrilla de trabajadores a “medio” tapar baches, pero las condiciones siguen siendo pésimas; deben levantar la carpeta y tender una nueva, sobre todo entre el trébol de Amatlán y Rancho Trejo.
Sólo en este país sucede, pero las condiciones de la carretera libre a La Tinaja son mucho mejores que las de la autopista, y aún cuando existe una Ley de Caminos en que el Gobierno obliga al camionero que transporta material peligroso no exceda ciertas medidas de largo a transitar por autopistas, la Cámara de Transporte no se queja de las condiciones de la pista, e incluso en enero subió la cuota de las casetas de Fortín y Cuitláhuac, y la pagan sin manifestarse. Con cámaras de transporte en manos de empresarios con bajas expectativas, se producen autoridades que los reflejan.
Ahora que el gobierno ponga un operativo ¡billetímetro!.
En el operativo de alcoholímetro efectuado en la ciudad, un total de 651 conductores fueron sometidos a este examen, de los cuales 18 lo reprobaron, lo cual no representa ni el 3% de efectividad. Ahora le pedimos al Gobierno que examine el comportamiento de los 651 funcionarios en Córdoba para saber si son honestos, claro debe ser desde directores, jefes de departamentos, ex tránsitos y policías, así como ex alcaldes, y comparen su estilo de vida con los sueldos que devengaron estando en funciones, y verán que todos resultarán incongruentes, y que el SAT “se ponga las pilas” como si fuera el alcoholímetro, y de seguro detectaría que todos violaron la ley e hicieron depósitos a sus cuentas bancarias, con ingresos superiores a los que recibieron de sueldos (mordidas y raterías), y les cobraran multas, recargos, intereses e impuestos. Porque tal parece que al Gobierno sólo le da por estar jorobando al ciudadano, mientras que al funcionario nadie lo molesta, siendo que violan la ley tanto los borrachos que conducen, como el funcionario que se roba el dinero público de los contribuyentes.
El Mando Único, ¿inepto o coludido?
Hasta el Obispo se quejó ya de la ineptitud del Mando Único, pues han ocurrido asesinatos, secuestros, robos, y todo tipo de actos delictivos en la región. A los criminales no les asustó la llegada del Mando Único, pues siguen delinquiendo como si la policía inepta que tenía Portilla -el alcahuete de Lavín- al mando del asesino García continuara en funciones.
Los tres actos criminales más sobresalientes siguen estando impunes, aún cuando éstos se cometieron en contra de menores de edad: a uno le asestaron más de 50 heridas con arma blanca, al anterior le dieron 13 cuchilladas y a la niña, además de violarla, la mataron. Estos asesinos andan sueltos en la ciudad, y la ciudadanía ¡como si nada! Si dichos crímenes hubieran ocurrido en países civilizados, hasta con perros estarían rastreando a los asesinos, pero aquí la sociedad ya perdió la capacidad de asombro, y por lo tanto, la Policía y sus Ministerios Públicos investigadores ¡no meten ni un tamal al bote!
¡Pobre Pico de Orizaba! y pobres selvas que están en la región.
Presupuesto para las oficinas de los guardabosques no hay, ni armas tienen, y mientras tanto, sólo basta voltear a ver al Pico de Orizaba en un día despejado, y darse cuenta que ya sólo tiene nieve 5 días al año, debido a la tala clandestina que ya acabó con todo el bosque de pinos que antes cubría las faldas del volcán, pero poco les importa a las autoridades cuidar nuestras selvas. Basta darse una vuelta por Zongolica, y ya sólo se ven desbarrancaderos, porque de aquellos bosques de coníferas que existían no quedan más que los recuerdos.
Rivas, el alcahuete de inspectores de Comercio corruptos y además abusivos.
Ni porque ahora están en todos los noticieros del país las imágenes del abuso cometido por un inspector de Comercio en contra de un niño Tzotzil en Tabasco, el alcalde suplente Rivas -el alcahuete de Portilla- ha querido separar de su cargo a los suyos mientras se investigan las denuncias contra aquellos que abusan y extorsionan a los comerciantes de Córdoba, aún cuando hay imágenes en las redes y los medios, sobre las uvas que les tiraron al suelo a los comerciantes que apenas y ganan para comer. Debería Rivas y su “eficiente” Contralor -ese que nada ve, y que todo parece estar bien, según él- informar a los cordobeses las estadísticas de los trabajos de estos inspectores, habría que ver si no resultan como Barquet, que sólo reportaba cien mil pesos mensuales de multas de Tránsito a la Tesorería, cuando ahora la nueva administración de Tránsito reporta ingresos por 900 mil pesos por concepto de multas.
