Mariana Gutiérrez
el buen tono
CD. Mendoza.- En los últimos meses, la creciente “ola” de inseguridad que se registra en Ciudad Mendoza generó preocupación entre sus habitantes, y también en los municipios colindantes, como Nogales, Río Blanco, Maltrata y Acultzingo.
Los índices delictivos en la localidad alcanzaron niveles alarmantes, lo que afectó la tranquilidad y la paz que deberían caracterizar a cualquier comunidad, manifestaron jefes de manzana.
Añadieron que los habitantes se ven obligados a vivir con el constante temor de ser víctimas de la delincuencia, lo que llevó a un evidente deterioro del tejido social, y a la pérdida de confianza en las instituciones encargadas de mantener el orden en la zona.
La repercusión de la inseguridad se extiende a los municipios aledaños, quienes comienzan a registrar un impacto negativo en el turismo, y hasta la actividad económica.
La percepción generalizada de peligro, miedo y los operativos con sirenas abiertas, e incluso conduciendo a exceso de velocidad, disminuyó el interés de visitar estos sitios, afectando la vitalidad de la región y provocando un círculo de inseguridad y temor.
Por ello, los residentes de la zona conurbada solicitaron a sus autoridades que implementen acciones más competentes para disminuir esta crisis de incertidumbre que se vive en la región.
“La inestabilidad en Ciudad Mendoza no es un problema local, sino que se convirtió en una sombra que se proyecta sobre los municipios vecinos”, subrayaron.