La ola de calor que afecta a Francia y llega en algunas ciudades a 42 grados se extiende a España, Gran Bretaña, Alemania, Polonia, República Checa y Suiza, con fuerte impacto en la salud, el trabajo y la productividad. Las temperaturas son récord en estas horas.
En Dordogne se mantuvo a 30 grados durante la noche y la madrugada. El fenómeno tiene origen en el aire caliente que llega del Sahara y se extenderá hasta el domingo a la madrugada.
Al menos 300 colegios continúan cerrados en Francia, cuando se esperan altas temperaturas hasta el domingo. Diferentes ONG recorren las calles de París, donde se encuentran los sin casas y refugiados, distribuyendo agua.
En el Metro, la gente se desmaya por el calor. Frenan el servicio y se producen retrasos, hasta que llegan los bomberos a rescatar al enfermo. En el 2003, una crisis similar dejó 15.000 muertos en Francia. La mayoría de ellos fue porque eran ancianos, estaban aislados en su casas, con medicación invernal y diuréticos o en casas de retiro, sin aire acondicionado o ventilador.