Orizaba.- Más de un centenar de enfermos acudieron a la misa de sanación, oficiada en la iglesia de Santa María de Guadalupe. El presbítero José Francisco Aguilera Medrano, pidió dejar atrás el concepto erróneo de que sólo las personas que están a punto de fallecer reciben la unción de los Santos Óleos.
“Erróneamente, se tiene el concepto que ya cuando se van a morir reciben la unción de los enfermos, de hecho antes se le llamaba extrema unción, por eso se le cambió el nombre a unción de los enfermos”, indicó.
Dejó de manifiesto que el sacramento de la unción de los enfermos no prepara para la muerte, sino para la vida. Agregó que el objetivo de la Iglesia Católica es que al enfermo o a la persona ya mayor, le ayude con la gracia del Espíritu Santo.
“De hecho, eso es lo que se les unge en la frente y en las manos, se les dice: por esta santa unción y por su bondadosa Misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo, para que te libre de tus pecados y te conforte en tu enfermedad”, refirió.
Con ello —dijo— se busca darle una fortaleza especial al enfermo, para que pueda sobrellevar las molestias, lo pesado que se va convirtiendo la vida y que lo acepte en paz, porque cuesta trabajo aceptarlo en medio del sufrimiento físico que llegan a presentar.
Una gran cantidad de asistentes en sillas de ruedas, con bastones y muletas, previo a la celebración de unción de enfermos, recurrieron al sacramento de confesión, que resulta recomendable realizar, pero en el caso de aquellos que están imposibilitados para hacerlo, también les resultó de valor porque con esta unción les perdonan los pecados y les da fuerza para, si es voluntad de Dios, concederles la sanación.
Finalmente, pidió a aquellos que están mal de salud a no perder la fe y ofrecer el dolor que les provocan sus padecimientos a Dios, ya que también representa una forma de purificación de sus pecados.