Amatlán.- Mientras que para un campesino, un sueldo de 60 pesos al día, es trabajar en sol o en lluvia y sin comer, para secretarios de despacho como Gina Domínguez Colío, vocera del estado, ganar más de $100 mil pesos, es basado en la humillación y vejación de cientos de cañeros que fueron golpeados a macanazos en el violento desalojo que hizo la SSP, el pasado martes por la noche y que fue ocultado gracias al aparato de medios que maneja la llamada “vocera próspera”.
Y es que la llegada de cientos de granaderos armados con toletes, escudos, gases lacrimógenos y armas no ostentosas que guardaban dentro de sus chalecos, fueron parte del movimiento orquestado por los funcionarios estatales.
Mientras que horas antes el gobernador Javier Duarte de Ochoa, se deslindaba de la falta de negociación con los productores, señalando que todo eso tendría que ver con el Gobierno Federal, por el otro lado de la moneda, ordenaba el violento desalojo que dejó heridos a cientos de campesino mujeres y hombres.
Al finalizar uno de los momentos más violentos de la zona Centro del estado que se haya vivido en los últimos años, en lugares como la Casa del Campesino de San José del Corral, Cacahuatal y otras congregaciones de la zona, fueron el punto de reunión para los heridos.
En esos lugares se encontraban los golpeados, descalabrados e incluso algunos con lesiones de arma blanca, momentos que fueron ocultados por personal de Comunicación Social del Estado, que guardaron celosamente la información del resto de la prensa.
Para ello, a los reporteros en general sólo se le permitió estar un rato en el sitio, poco después fueron retirados “amablemente” por los uniformados que golpeaban a diestra y siniestra a los hombres y mujeres que se manifestaban.
Con macanas en mano y escudo, los enviados del gobierno, se abrían paso y rompían todo cerco que se montó por los campesinos, que lo único que buscaban era que el Gobierno Federal les regresara el dinero que durante un año trabajaron y que fue prácticamente saqueado por los grandes industriales.
Y es que la verdadera crisis que se vive en el estado de Veracruz, es cada vez peor e inadmisible al comparar la economía de las familias campesinas, con el dinero que fluye en las esferas políticas.
La situación económica para algunos, sólo tiene un final y es catastrófico y es que para el 2014, el nivel de los trabajadores del campo, caerá aún más, sin que el estado tome en consideración los hechos.
Temor que motivó a muchos de ellos a realizar el bloqueo e incluso defenderlo con su propia vida “nos tienen muertos de hambre, no hay nada peor, que lo que nos están haciendo”.
Pero no sólo es el campo cañero que ha sufrido de embates económicos, también está el cafetalero que ha sido sepultado por la entrada de aromático del extranjero, lo mismo pasa con el limón y otros productos.
José Vicente Osorio Vargas
El Buen Tono