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Ocho años de injusticia

Superiberia

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Orizaba.- “¡Se logró!”, fue la primera expresión de Miguel Ángel Mateos Escamilla al salir del reclusorio de La Toma en el municipio de Amatlán de los Reyes, y ver a su familia; estuvo pagando una culpa por casi ocho años y ahora el Sistema Penal lo absuelve del delito de secuestro y asesinato.

En exclusiva para EL BUEN TONO, quien hasta el pasado viernes era  “presunto culpable”, narró lo vivido en casi siete años con 11 meses de prisión por un delito que no cometió y del que recibió una sentencia de 65 años de cárcel, siendo absuelto del plagio y homicidio de Karina Reyes Luna.

“Fue una gran alegría, mi familia esperándome, se logró algo que se estaba esperando desde hace mucho tiempo, siempre se confió que se iba a lograr, costaba a veces trabajo aceptar la realidad, ¡se logró! fueron mis primeras palabras al salir del reclusorio, no soy tan expresivo, pero en mi interior, sí estaba demasiado contento”, fue el inicio de la primera charla emitida a un medio de comunicación, después de haber salido de la prisión en Amatlán.

“Nunca dudé, siempre sentía y sabía que podía costar trabajo, llevaría un tiempo, me di cuenta que no iba hacer fácil, pero nunca dude, la gente me preguntaba, al principio decían que era difícil, pero nunca me pesó la sentencia, nunca la visualice como algo que tenía yo que alcanzar, sin saber en qué momento se daría, conserve esa fe”, respondió ante la pregunta de si dudó en algún momento poder demostrar su inocencia y quedar libre.

Sobre lo vivido dentro del Centro de Readaptación Social, comentó que existieron muchas cosas difíciles, pero tuvo que habituarse a la vida en ese lugar,  “no es fácil adaptarse a ese mundo, a ese pequeño mundo, siempre lo dije, yo no pertenencia ahí, estaba depositado, hay que adaptarse”.

En la entrevista, agregó que entre los momentos felices que vivió en ese lugar, cada semana fue la visita de sus familiares, quienes nunca lo dejaron solo, pues confiaban en su inocencia, “en una semana pueden pasar muchas cosas, estaba contento cuando recibía a mi familia, el recibir la visita era una fiesta, era un momento esperado cada semana, muchos lo esperan con muchas ganas, la gente que quiero y me quiere, momentos emotivos”.

Aunque no citó una situación incómoda en específico, sí expresó que también se viven experiencias preocupantes dentro del penal, “no todos los que están ahí son personas buenas, es un mundo pequeño, rozamos con personas no agradables, nunca estuve solo, pero se siente uno indefenso, aunque gritara, corriera hacia una dirección, no iba a conseguir salir de ahí o de las situaciones negativas, busqué estar estable, pero ni haciendo el mayor esfuerzo conseguía estar bien, hay muchas envidias, gente que quiere verte caído, otros que no tienen los mejores deseos, traté de mantenerme bien, tuve pocos problemas, se dan, es inevitable, fueron pocos, pero sí difíciles, la fuerza en el interior me hizo siempre creer que iba a salir”.

No obstante de haber sido juzgado por un delito que ya demostró no cometió, al ser absuelto por el Segundo Tribunal Federal Colegiado en materia penal, con un fallo de libertad inmediata, Mateos Escamilla perdonó a quienes los señalaron hace ocho años por el asesinato y secuestro de Karina Reyes Luna, “sí los perdono, desde la primera semana, desde ese momento recuerdo, me quité todos esos odios, nunca generé ningún odio, nunca sentí un sentimiento negativo hacia esas personas, fue como si las hubiera eliminado, no estaban en mi mente, no quiero sentir eso, no cargué con ese tipo de rencores”.

A lo largo de estos años dentro del reclusorio se dedicó a la elaboración de pinturas y artesanías hechas con madera, con lo que obtenía recursos para apoyar a su familia, “entre lo bueno es que nunca pensé podía pintar, me gusta el arte, visitaba muchos museos, veía pinturas, cosas modernas, jamás pensé iba a poder tomar un pincel y hacer arte, me sorprendió de mí, soy una persona que tiene ganas de hacer más cosas, seguir creciendo, por ejemplo el uso de la madera, no pensé podía hacerlo, estuve limitado en herramientas, sorprende que se las ingenia uno para poder terminar un proyecto, me sorprendía, eso me impulsaba hacer más cosas”.

Aprovechó la plática con EL BUEN TONO para agradecer todas las muestras de solidaridad a lo largo de estos años para él y su familia, desde manifestaciones pacíficas, campañas en redes sociales y el trato directo hacia ellos, “hay mucha gente que sí conozco, muchos se unieron a la causa, lo había escuchado, hoy puedo constatarlo en internet, en persona también, es un apoyo lo recibido a distancia, me da gusto y le agradezco a la gente que apoyó a la familia, hay mucho más personas que no conocía; Dios mandó a todos esos ángeles y esa protección, no sé cómo agradecerles, me nace hacerlo”.

Finalmente, comentó que ha terminado un difícil capítulo en su vida, pero está seguro que vendrán proyectos a futuro que deberá analizar, que por casi ocho años estuvo detenido, “serán cosas buenas, con claridad no sé cuál es la dirección que tomaremos, me siento parte de la familia, a pesar de estar separado físicamente nunca me sentí fuera de ellos, platicaremos sobre ideas y propuestas, será algo bueno, Dios tiene algo grande para mí preparado, lo voy aceptar y buscar con todas mis ganas, que se cumpla, mis buenos deseos para la gente que nos apoyó”, concluyó. 

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