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Oceanografía, fraude con ingeniería financiera

Superiberia

Cuando Banamex y Pemex se sentaron a cotejar las cifras de la empresa Oceanografía, vieron de inmediato cuentas por cobrar falsas, fianzas que no se pagaron y contratos apócrifos. La conclusión de ambos fue contundente: estaban frente a un fraude complejo, de alta ingeniería financiera, cuya realización sólo pudo lograrse mediante la complicidad de la empresa, pero también de personal de la paraestatal y del banco.

Ahí es cuando intervino la PGR que, dicho sea de paso, se movió muy rápido.

Oceanografía, segunda proveedora de Pemex

El daño está hecho. Oceanografía es la segunda proveedora marítima de Pemex. De ese tamaño. Sólo está por debajo de la compañía del empresario Ramiro Garza (Grupo R).

De ahí la complejidad de los contratos, donde cada uno de ellos tuvo que pasar por filtros completos y variados dentro de Petróleos Mexicanos, y ni se diga de los comités de evaluación de los créditos dentro de Banamex.

Oceanografía pertenece a Amado Yáñez Osuna, un empresario que terminó comprando el equipo de futbol del Club Quéretaro (Los Gallos Blancos del Querétaro).

Ponen a la venta al Querétaro

Pero desde hace un par de semanas, antes de que se hiciera público el fraude en su empresa, Amado Yáñez ya había puesto a la venta el club.

Yáñez ha tanteado la venta del Querétaro tanto al gobierno de la entidad, encabezado por José Calzada, como para un grupo de empresarios que podría tomarlo si la Federación Mexicana de Futbol, la Femexfut, brinda su permiso.

La venta del equipo de futbol urge, porque así se puede enviar un mensaje de que los equipos no son para lavar dinero, como en otros tiempos se comentó de otros empresarios en desgracia con equipos locales.

Pemex lo detectó en auditoría interna

El fraude de Oceanografía fue detectado, primero, por Pemex. Petróleos Mexicanos, mediante una auditoría interna, encontró irregularidades en los contratos con Oceanografía. Ahí empezaron a jalar la madeja.

Pemex, dirigida por Emilio Lozoya, mandó una advertencia a todos los que tenían tratos con Oceanografía, pues ya no iba a ser su proveedora por 21 meses y 12 días.

La empresa no podría proveer ni a la paraestatal ni a ninguna otra entidad del gobierno mexicano. En ese momento, Banamex prendió las alarmas.

Banamex, era seguro cobrar a Pemex

Banamex, dirigido por Javier Arrigunaga, tenía fuertes razones para prestarle a Oceanografía: era la segunda proveedora de Pemex, y Petróleos Mexicanos cumple sin riesgo con sus compromisos de pago.

Lo que estuvo fuera del radar de todos, porque casi era imposible, era maquinar un fraude como el que se estaba realizando.

Oceanografía tuvo que corromper a funcionarios de alto nivel en Pemex y varios ejecutivos en Banamex.

Fue cuando el equipo de Arrigunaga se juntó con el de Lozoya. Banamex y Pemex cotejaron las cuentas, y el monto del boquete fue asombroso: 400 millones de dólares.

400 mdd en contratos falsos

Banamex le dio créditos a Oceanografía por 585 millones de dólares, y los contratos válidos con Pemex sólo fueron 185 millones de dólares.

Quiere decir que Oceanografía falsificó 400 millones de dólares en contratos.

Banamex tuvo que informar a sus accionistas que había reparado el boquete financiero, que llegó a ser de 2% del capital contable del banco.

Claro que Banamex está  bien capitalizado. Su nivel de capitalización se encuentra en 13.5%, con todo y la reserva a cartera del fraude.

Este fraude fue anunciado por Banamex a las autoridades financieras.

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores, presidida por Jaime González Aguadé, dio a conocer que investigará para detectar otros posibles delitos financieros, e hizo público que el nivel de capital del banco es adecuado.

El banco reservó y redujo ganancias

La mayoría del fraude hecho por Oceanografía a Banamex fue por los créditos de corto plazo para proveer a Pemex, los cuales tenían como garantía las cuentas por cobrar a la petrolera.

De manera independiente, Banamex otorgó 33 millones de dólares en préstamos directos.

Citigroup tuvo que disminuir sus ingresos obtenidos en 2013. Lo hizo en un monto fuerte: 360 millones de dólares antes de impuestos.

Punta del iceberg: investigan en Pemex y Banamex

El corolario final. Amado Yáñez, de hablar de cómo iba a aprovechar las ventajas de la Reforma Energética en el sector marítimo, ahora tendrá que explicar de dónde sacó 400 millones de dólares de contratos inexistentes. Su empresa está intervenida por el SAE. Su equipo de futbol está puesto a la venta.

Y las pesquisas en Pemex y Banamex siguen a profundidad. El fraude de Oceanografía con nombres de funcionarios o familiares ligados a funcionarios de los últimos dos sexenios, fue de pronóstico reservado: hecho con alta ingeniería financiera y falsificando todo lo falsificable para obtener 400 millones de dólares de contratos que jamás existieron. Parece ser la punta del iceberg. Siguen las pesquisas.

 

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