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Córdoba.- Los fraccionamientos y unidades habitacionales existentes en la localidad no cumplen con las normas para el tratamiento y manejo de aguas residuales. Actualmente en Córdoba sólo el fraccionamiento El Cañaveral cuenta con una planta funcional para el tratamiento de los desechos de la población, el resto carece de la infraestructura adecuada o está obsoleta por el paso de los años.
A nivel municipal se estima hay un total de 20 plantas de tratamiento de aguas, de las cuales sólo una es funcional, el resto por antigüedad están obsoletas o nunca fueron utilizadas. Una de las primeras plantas de tratamiento que fueron instaladas en la zona se encuentra en la unidad habitacional del Infonavit Santa Margarita, misma que con más de 45 años de antigüedad ya no funciona.
De acuerdo a las apreciaciones del integrante del patronato de rescate del río San Antonio, Lenin Suriano, el problema de la corrupción es uno de los principales detonantes de la contaminación de las aguas. Los constructores de las unidades y fraccionamientos solicitan autorización con “X” autoridad y ésta facilita el proceso de desarrollo inmobiliario, sin verificar que cumplan con las normas y leyes.
“Todos los fraccionamientos nuevos por ley tienen que contar con su planta de tratamiento de aguas residuales, sin embargo, cuando uno va y los visita no cuentan con ella… ¿Cómo les permitieron hacer el fraccionamiento si no tienen planta de tratamiento? Con más de 10 casas ya deben tener una planta de tratamiento, aunque sea pequeña”, dijo.
En mayo del 2013 vecinos de las comunidades San Isidro Palotal y Guadalupe Barreal se manifestaron en contra de la construcción del fraccionamiento San Isidro, los quejosos argumentaban el temor que se contaminara la parte del río San Antonio que en la zona aún permanece limpia y sirve para el aseo de las familias en temporada de estiaje. En este caso se acordó que el proyecto sí contaría con una planta de tratamiento para evitar contaminación.
Ambientalistas del colectivo Defensa Verde Naturaleza han manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación porque la mayoría de los fraccionamientos e ingenios de la región no cuentan con sistemas de tratamiento de aguas, las descargas que se arrojan a los ríos contienen grandes cantidades de desechos nocivos y dañan los afluentes.
