El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, reconocido por establecer diálogo con grupos criminales en Guerrero, reapareció este jueves en la catedral de Chilapa, a casi un mes de que se informara sobre su desaparición y hallazgo en un hospital de Morelos.
La catedral de la Asunción de María había anunciado que Rangel presidiría las ordenaciones de cinco sacerdotes y tres diáconos. Sin embargo, la ceremonia fue realizada por el obispo José de Jesús González, titular de la Diócesis de Chilapancingo-Chilapa.
Al entrar los sacerdotes y diáconos a una catedral repleta, el obispo Rangel ya esperaba un metro atrás del altar principal, con rostro parco y algo demacrado. Durante la ceremonia, se quitó la mitra y quedó con un solideo.
González agradeció a los presentes y dedicó unas palabras a Rangel, a quien se refirió como “monseñor Salvador Rangel Mendoza, que está con nosotros, después del susto que nos dieron. De que estaba perdido y que salió con vida y ahora está entre nosotros, gracias a sus oraciones. Bienvenido”.
Rangel, con las manos entrecruzadas al pecho, sonrió y levantó una mano para saludar, recibiendo un largo aplauso de los fieles y el obispo González.
El obispo Salvador Rangel fue reportado como desaparecido el 29 de abril y fue encontrado semiinconsciente en un hospital de Cuernavaca, Morelos. Inicialmente se sugirió que podría haber sido víctima de un secuestro exprés, pero posteriormente se reveló que entró voluntariamente a un hotel en la entidad acompañado de otra persona del mismo sexo.
Las investigaciones continúan y la Conferencia del Episcopado Mexicano ha solicitado que se eviten conjeturas que puedan afectar el curso de las indagatorias correspondientes.