En un giro sorprendente, el obispo católico Rolando Álvarez y 18 religiosos, liberados recientemente en Nicaragua, fueron recibidos en Roma por las autoridades vaticanas. Condenado a 26 años por conspiración y otros delitos, Álvarez es conocido por sus críticas al gobierno de Daniel Ortega.
El viaje hacia el Vaticano, coordinado por el Papa Francisco y la Santa Sede, marca un capítulo en la lucha por la libertad religiosa en Nicaragua. Álvarez, una voz destacada de la Iglesia católica, fue condenado por su negativa a ser deportado a Estados Unidos junto a otros opositores el año pasado.
El obispo, antes encarcelado y privado de la nacionalidad nicaragüense, ahora se encuentra en Roma junto a sus compañeros religiosos, siendo recibidos como huéspedes de la Santa Sede. La noticia fue comunicada por el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, desde Miami, quien destacó la importancia del apoyo internacional en la defensa de la libertad religiosa en Nicaragua.
