Washignton.- A veces ser presidente de Estados Unidos no es sólo estar a cargo. También se da la rara oportunidad de liberarse de las grandes preocupaciones y de la corbata, y pasar un tiempo con ciudadanos más enfocados en comida y diversión que en poder y política.
Barack Obama se liberó brevemente de las tensiones por Corea del Norte y las disputas en el Capitolio para pasar un momento con el conejo de Pascuas y 30.000 visitantes en el jardín de la Casa Blanca para las celebraciones número 135 de Pascuas ayer por la mañana.
La familia Obama caminó entre la multitud, participando de juegos con los huevos de Pascua, deportes, secciones de cocina y cuentos, como parte de la tradición, que se remonta al presidente Rutherford B. Hayes.
“Ustedes trajeron el buen clima. Esta mañana estaba un poco inestable, pero todos ustedes hicieron un gran trabajo enviando un mensaje para arriba y ahora tenemos un clima hermoso”, dijo el presidente a los visitantes al comienzo del evento.
Michelle Obama dio luego la bienvenida a la multitud, diciendo a los niños entre el público que “coman sus vegetales, ¿sí?”.
Agregó que el evento se realizaba “en celebración de la nutrición y la salud y la actividad (física)”.
Agencias