
AGENCIA
Santiago Textitlán, Oaxaca.- La cocina oaxaqueña ha dado un giro innovador con la presentación del tamal de rana, un platillo que fusiona tradición, sustentabilidad y creatividad culinaria. Esta propuesta fue una de las más comentadas durante el reciente Festival de la Cuaresma, captando especialmente la atención de turistas extranjeros que no dudaron en probar este inusual manjar.
El ingrediente estrella es la carne de rana toro, especie que se cría de forma sustentable en una granja acuícola de Santiago Textitlán, en la Sierra Sur del estado. Este centro de producción ha sido pionero en el cultivo de ranas y truchas, generando empleo local y promoviendo alternativas alimentarias nutritivas, especialmente en esta temporada donde, por tradición católica, se evita el consumo de carne roja.
La carne de rana ha ganado terreno en el ámbito gourmet gracias a sus beneficios nutricionales: es rica en proteínas, colágeno, baja en grasa y con propiedades que favorecen la piel y los huesos. Además, su fama como afrodisíaco ha aumentado su demanda. El tamal, preparado con hoja de plátano y masa tradicional, puede alcanzar un precio de hasta 220 pesos por porción.
Con platillos como este, Oaxaca continúa consolidándose como un referente culinario tanto en México como en el extranjero, demostrando que la innovación puede ir de la mano con el respeto a las raíces y la sostenibilidad.
