Nueva York.- La ciudad de Nueva York y buena parte del noreste de Estados Unidos fueron envueltos el jueves por una potente tormenta de nieve, que llegó a la región cuando aún se recuperaba de la devastación causada por “Sandy”.
La tormenta -que se adelantó a la temporada de invierno boreal- descargó más de 30 centímetros de nieve en zonas de Connecticut y provocaba vientos de hasta 80 kilómetros por hora, lo que causó que otras 30 mil viviendas y negocios quedaran a oscuras y una nueva pesadilla en el sistema de transporte.
La ola de frío hundió aún más en la miseria a las víctimas de “Sandy”, que dejó sin suministro energético a millones y provocó graves inundaciones.
“¡Dios nos odia!”, tituló el New York Post en su portada. Entre 8 y 15 centímetros de nieve cayeron en la ciudad.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, despidió al jefe de manejo de emergencias del estado, Steven Kuhr, por enviar a trabajadores del Gobierno a su distrito de Long Island para despejar árboles derribados por la tormenta Sandy, de acuerdo a reportes de medios.
Unos 715 mil hogares y negocios en la región estaban sin energía, un incremento de casi 43 mil usuarios respecto del miércoles por la noche luego de que la tormenta de nieve dejara a oscuras a más personas tras los cortes provocados por Sandy, dijo el Departamento de Energía de Estados Unidos.
“Creí que tenía suerte cuando la energía fue restaurada el jueves pasado, pero anoche me quedé sin luz de nuevo”, dijo Michael Platt, de 49 años, un electricista de Toms Rivers, en Nueva Jersey.
“Los chicos han estado en casa por casi dos semanas y no estoy trabajando y cuando no trabajo no produzco dinero. Esto no ha sido fácil”, aseveró.
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