En un inspirador ejemplo de perseverancia, María Estela Baeza, a sus 91 años, ha completado su educación primaria en Mérida, Yucatán, demostrando que nunca es tarde para seguir aprendiendo y cumplir sueños. A pesar de haber dejado la escuela en su infancia para ayudar a su familia, doña María decidió retomar sus estudios gracias al apoyo de programas educativos en la región.
La historia de doña María es un testimonio de resiliencia. Tras abandonar la escuela en tercer año, encontró la motivación para continuar cuando se dio cuenta de que las clases eran accesibles y diseñadas para facilitar el aprendizaje de personas de todas las edades. “Me hicieron ver que eran clases sencillas”, comentó la abuelita con una sonrisa.
Su gran familia ha sido su mayor fuente de inspiración. María Estela es madre de 10 hijos, abuela de 25 nietos, bisabuela de 15 bisnietos y tatarabuela de una pequeña. Su hija, María Isabel Carrillo, expresó su orgullo al ver que su madre ha alcanzado este significativo logro. “Le ponemos muchas tareas para mantenerla activa; le damos sopa de letras, crucigramas y mandalas para colorear”, compartió.
En Yucatán, más de 60 mil personas mayores de 15 años han concluido su educación primaria y secundaria en los últimos dos años, gracias a la Estrategia de Atención al Programa Educativo. Doña María, con su espíritu indomable, ya ha manifestado su deseo de obtener también su certificado de secundaria si la vida se lo permite.
La historia de María Estela Baeza no solo es un recordatorio de que nunca es tarde para aprender, sino también una celebración de la educación como herramienta de transformación personal y comunitaria. ¡Un aplauso para doña María, un verdadero ejemplo de superación! 🎉📚