AGENCIA
Taipéi, Taiwán.- En una elección que desafió las advertencias de China, los votantes taiwaneses llevaron al poder a Lai Ching-te, candidato presidencial del Partido Democrático Progresista (PPD), este sábado. La decisión, que Beijing había enmarcado como una elección entre la guerra y la paz, representa un rechazo explícito a las intimidaciones del gigante asiático.
Lai Ching-te, vencedor de la elección presidencial, asumió su compromiso de defender la isla de gobierno democrático ante las constantes “intimidaciones” de China, que no descarta el uso de la fuerza para reclamar Taiwán como parte de su territorio. En su discurso de victoria, Lai destacó su determinación: “Estamos decididos a proteger Taiwán de las intimidaciones y amenazas continuadas de China”. Además, se comprometió a mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán.
El PPD, bajo la bandera del actual vicepresidente Lai, busca un tercer mandato como partido, algo sin precedentes en el actual sistema electoral de Taiwán. Lai obtuvo el 40.2% de los sufragios, según los resultados escrutados en el 98% de los centros electorales. El partido defiende la identidad separada de Taiwán y rechaza los reclamos territoriales de China.
El actual vicepresidente se enfrentó a dos oponentes destacados en la contienda presidencial: Hou Yu-ih, del partido de oposición más grande de Taiwán, el Kuomintang (KMT), y Ko Wen-je, exalcalde de Taipei y representante del pequeño Partido Popular de Taiwán, fundado en 2019. Ambos candidatos reconocieron su derrota tras conocer los resultados.
En los días previos a las elecciones, China denunció a Lai como un separatista peligroso, advirtiendo que cualquier movimiento hacia la independencia formal de Taiwán significaría la posibilidad de un conflicto armado. Beijing rechazó los llamados de Lai a entablar conversaciones, subrayando las tensiones existentes en la región y la importancia geopolítica de la situación en el Estrecho de Taiwán.
