Por: Andrés Timoteo / columnista
NUEVO AÑO
La cigüeña hizo su primer aterrizaje del año en la zona Centro según la Secretaría de Salud en el Estado. En Córdoba, concretamente en el Hospital Yanga, nació el primer bebé de 2020, fue al minuto cero, y se llamará Juan Diego. El pequeño llegó pesando 2.77 kilogramos y es hijo de una familia de campesinos, originaria del municipio de Coetzala.
Los padres, Leocadia Cocotle e Idelfonso Reyes fueron felicitados por los representantes de las autoridades municipales y estatales. Pareciera una mención algo relativa, pero siempre el nacimiento de un niño en este tipo de coyunturas cronológicas acerca esperanza y fe en el futuro, aunque este pinte poco halagüeño.
Así se estrena este 2020 que trae un día más pues es bisiesto. Cada cuatrienio se hace el ajuste para agregar una jornada más al calendario, a fin de cubrir las 5 horas y 48 minutos de rezago que se acumulan año con año. Ahora serán 366 días en lugar de 365 y el día adicional corresponde al 29 de febrero, que aparece cada cuatro años en el calendario gregoriano.
No hay que olvidar que el actual almanaque data de hace dos mil años, pero en el Siglo XVI hubo que hacer un ajuste porque el conteo daba 10 días perdidos. El Papa Gregorio XIII dio la orden de hacer el ajuste y la solución fue sumar un día cada cuatro años, de ahí que el calendario vigente se le llama gregoriano en referencia al pontífice.
NUEVO OBISPO
En los eventos importantes que tendrán lugar en la zona Centro está el inmediato, la llegada a la Diócesis de Córdoba de su segundo obispo, Eduardo Cirilo Carmona Ortega, quien arriba hoy viernes a la Catedral de la Inmaculada Concepción con la debida ceremonia de recibimiento, según lo anticipado.
Monseñor Carmona, tocayo del actual prelado, don Eduardo Patiño, llega procedente de la Diócesis de Parral, en Chihuahua, y estará fungiendo como Obispo coadjutor hasta el próximo 15 de abril cuando se cumplan veinte años de la fundación de la sede diocesana y después monseñor Patiño se retirará para que asuma la titularidad el nuevo prelado.
En el mismo tema católico, obviamente la fecha del 15 de abril resalta por las dos décadas que cumplirá la Diócesis de Córdoba, aunque el promotor de esa sede se fue físicamente en 2019, el arzobispo emérito de Xalapa y Cardenal Sergio Obeso Rivera. También la Diócesis de Orizaba cumplirá su vigésimo aniversario en la misma fecha.
A diferencia de Córdoba que apenas sumará dos obispos, la Diócesis orizabeña ya ha tenido tres. El primero fue Hipólito Reyes Larios, quien dejó la sede para convertirse en Arzobispo de Xalapa y le sucedió Marcelino Hernández Rodríguez, que luego fue ungido como Obispo de Colima y actualmente está al frente de la encomienda diocesana Eduardo Cervantes Merino.
LEONESCO Y CARRANCISTA
El 2020 también es el Año Internacional de la Sanidad Vegetal decretados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona dispuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, con él inicia década que también lleva dedicatorias: será el Decenio Internacional de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible.
Igualmente será el Decenio Internacional de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. Estas últimas dedicatorias tienen, por supuesto, la intención de sostener los Acuerdos de París (en 2015) surgidos de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21).
Ellos buscan mantener en menos 2 grados Celsius el calentamiento global para 2100 y en este 2020 inicia oficialmente la aplicación de todos los planes y medidas en los 55 países firmantes de los acuerdos para que en los próximos 70 años se evite que la temperatura mundial rebase esos dos dígitos lo que -según los expertos- de suscitarse sería mortal para la especie humana.
En México, 2020 es el año dedicado a la llamada Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria, María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, conocida por todos como Doña Leona Vicario, una de las pocas figuras femeninas de la Independencia de México, quien fue esposa de Andrés Quintana Roo, otro protagonista de esa etapa histórica y cuyo apellido fue dado al Estado caribeño.
Leona Vicario, además de independentista y poeta también fue de las primeras feministas del País y periodista. Como defensora de las mujeres repelió a muchos intelectuales de la época. Por ejemplo, se dice que tuvo un pleito de años con el historiador y político Lucas Alamán, quien decía que las mujeres participaron en la guerra de Independencia únicamente por amor, sólo por seguir a sus parejas, no porque tuvieran una conciencia política madura.
En su faceta de periodista, Vicario colaboró en los periódicos El Ilustrador Americano, Semanario Patriótico Americano y El Federalista Mexicano por lo que algunos la consideran la primera mujer mexicana en ejercer el periodismo. El año 2020 estará a su memoria, su nombre se escribirá en todos los documentos públicos y será, por supuesto, una deferencia al feminismo de parte del Gobierno Federal.
Lo malo del asunto es el antecedente. En 2019, el gobierno lopezobradorista lo dedicó a Emiliano Zapata, por el centenario de su muerte y miren que le propinaron una zarandeada al héroe patrio. Desde las oficinas de cultura se azuzó para exhibir una exposición de pinturas en el Palacio de Bellas Artes en la que se representó al Caudillo del Sur desnudo, con zapatillas y poses afeminadas montado un caballo también feminizado como una mofa de la masculinidad con la que está identificado Zapata.
Claro, no es que se arremeta contra la libertad de expresión y de creación -en el arte- pero el asunto fue plan con maña dado que Zapata no está en el catálogo de prohombres a seguir por el tabasqueño López Obrador y fue una especie de desquite para con los descendientes consanguíneos del revolucionario y los que mantienen la ideología zapatista -entre ellos el EZLN- que han sido severos críticos del gobernante y su “cuarta transformación”. Vaya, si así le fue a Emiliano Zapata en su año, imagínense que le inventarán a Doña Leona Vicario desde los pasillos del poder.
También en este año, el 21 de mayo, se cumplirán 100 años del asesinato de Venustiano Carranza, uno de los presidentes del País en plena guerra revolucionaria -fue investido en 1917-. Al grito de “¡Muera Carranza y viva Obregón!, al llamado Barón de Cuatro Ciénegas lo asesinó el General obregonista Rodolfo Herrero, mientras dormía en un campamento en Tlaxcalatongo, Puebla, en su ruta hacia el Puerto de Veracruz.
El centenario de su muerte tiene obviamente un interés especial en Veracruz porque allí había trasladado la sede presidencial desde 1914 y desde el puerto jarocho hizo actos de Gobierno históricos para la Nación. Por ejemplo, desde ahí expidió la Ley Agraria de 1915 que recogía postulados de la Revolución y fue la piedra angular de la legislación del campo hasta los tiempos presentes.
Cada 6 de enero en el Puerto de Veracruz, frente al monumento de Carranza ubicado en el malecón se conmemora la expedición de esa Ley. Este año será el 105 aniversario. Además, la vida familiar de Venustiano Carranza está ligada a la zona Centro de la Entidad, pues no hay que olvidar que fue suegro del General Cándido Aguilar Vargas, cordobés de nacimiento y casado con Virginia Carranza Salinas.
El General Aguilar también fue Gobernador de Veracruz de 1914 a 1916. Algunos de sus descendientes todavía radican en Fortín de las Flores y Catemaco. Es más, también se habla de un amplio legado fotográfico con imágenes inéditas de la familia Carranza y de eventos de la Revolución que está en posesión de herederos filiares y excolaboradores del General, ahí en la zona Centro de la Entidad.