Este martes, un nuevo enfrentamiento en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y peligrosa de Ecuador, dejó un número aún no determinado de presos heridos. Este suceso ocurre apenas semanas después de una masacre en la que 17 reclusos fueron asesinados y 15 más resultaron heridos en un enfrentamiento similar. Según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), los heridos están recibiendo atención médica, mientras que el personal penitenciario fue evacuado bajo estrictos controles de seguridad.
El enfrentamiento de este martes, que involucró a dos reos, generó una respuesta inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, quienes activaron protocolos de seguridad para restablecer el orden en el complejo carcelario. La violencia dentro de las cárceles ecuatorianas sigue siendo un grave problema, alimentado por la lucha entre bandas criminales rivales, que han dejado un saldo devastador de muertes en los últimos años.
La Penitenciaría del Litoral, que alberga a más de 6,000 reclusos, ha sido escenario de las peores masacres carcelarias de Ecuador, siendo parte de un sistema penitenciario sobrepoblado y desbordado por el crimen organizado. Con alrededor de 12,000 presos en todo el complejo carcelario de Guayaquil, las condiciones en las prisiones del país son cada vez más críticas.
Desde enero de este año, las cárceles están bajo control militar, tras la declaración del presidente Daniel Noboa de un conflicto armado interno contra los grupos criminales, a quienes se les atribuyen las masacres. Este último episodio se suma a una serie de tragedias en los recintos penitenciarios, donde entre 2021 y 2023 más de 500 presos han sido asesinados.
La crisis de seguridad en Ecuador ha alcanzado niveles alarmantes, posicionando al país como el de mayor tasa de homicidios en América Latina, con 47,2 muertes violentas por cada 100,000 habitantes en 2023. Este aumento de la violencia está vinculado al auge del crimen organizado, especialmente en el narcotráfico, la extorsión y la minería ilegal.
La situación en las cárceles y la creciente inseguridad reflejan la urgente necesidad de medidas efectivas para frenar la violencia y restaurar el orden en el país.