Kiev. La oposición ucraniana movilizó ayer domingo en Kiev a más de 70 mil manifestantes contra el presidente Viktor Yanukovich, que afronta ahora un delicado dilema con la formación de un nuevo gobierno, muy esperado por Rusia y por Occidente.
“No tenemos intención de rendirnos. Iremos más lejos”, proclamó ante la plaza de la Independencia el militante Dimytro Bulatov, cuya foto con la cara desfigurada por las torturas dio la vuelta al mundo.
El opositor se dirigió a los manifestantes por teléfono desde de Lituania, donde ha sido hospitalizado.
Uno de los dirigentes de la oposición, el ex boxeador Vitali Klitschko, desafió al presidente a que vaya a la plaza “a oír lo que la gente dice de él”.
Klitschko llamó a los ucranianos a observar una huelga general de una hora el jueves próximo, a las 11 de la mañana (09:00 horas GMT), y a salir a la calle con la bandera nacional, celeste y amarilla.
Enfervorecido, Klitscho añadió ante la masa que el gobierno de Yanukovich “no nos podrá romper. Seguiremos luchando”.
El ex boxeador invitó a los manifestantes a inscribirse en las unidades de autodefensa creadas en distintos puntos del país y seguir la consigna “soy ucraniano y no tengo miedo”.
“La gente tiene que seguir en la calle hasta el final, de lo contrario tendremos represalias. Y la oposición tiene que estar más decidida, no limitarse a los discursos desde la tribuna. Necesitamos una elección presidencial anticipada y una nueva Constitución”, dijo Anna Rebenok, una joven secretaria que fue a manifestarse.
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