AGENCIA
Haití.- En medio de una escalada de violencia desatada por pandillas en Puerto Príncipe, la capital de Haití, más de 15 mil personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en cuestión de días, según informó la ONU. Esta crisis humanitaria ha generado una situación de desplazamiento masivo, afectando principalmente a aquellos que ya estaban fuera de sus viviendas debido a la inseguridad previa.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU señaló que las necesidades más urgentes de los desplazados son comida, atención médica, agua e instalaciones de higiene, así como apoyo psicosocial. Aunque algunas organizaciones han comenzado a movilizarse para brindar ayuda, se enfrentan a dificultades logísticas debido a la actividad de las pandillas y a los retenes en carreteras.
“Esta violencia no puede seguir, tiene que parar”, reclamó la coordinadora humanitaria de la ONU, Ulrika Richardson. Miles de personas se encuentran ahora sin protección, seguridad y expuestas a diversos riesgos, destacó.
El fenómeno del desplazamiento interno en Haití se agrava cada vez que surge una nueva ola de violencia. Richardson enfatizó la necesidad de un acceso sin trabas a la población afectada y llamó a una mayor solidaridad internacional en este momento crucial para el país.
Las condiciones en los campamentos son precarias, y muchos de los desplazados se han visto obligados a huir hacia la región de Artibonite, tradicionalmente agrícola, donde se enfrentan a la escasez de alimentos debido a la extensión de los combates.
Plan Internacional, tras evaluar 500 testimonios, alertó sobre la situación crítica de las familias desplazadas, muchas de las cuales carecen de alimentos y recursos básicos. La organización señaló que entre el 30% y el 50% de los miembros de las pandillas son menores de edad, lo que aumenta el riesgo de que las niñas sean víctimas de matrimonio forzado.
La agencia de ayuda Concern Worldwide estimó que cinco de los 11 millones de habitantes de Haití padecen hambre aguda. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, las pandillas han ampliado su control territorial, generando un aumento en la violencia y los desplazamientos.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto discutir la situación este miércoles, mientras persiste el caos en las calles de Puerto Príncipe.
El gobierno haitiano ha decretado el estado de emergencia, y el primer ministro, Ariel Henry, aún no ha regresado al país, encontrándose en San Juan, Puerto Rico, debido a la crisis en Haití y a dificultades para su retorno tras enfrentamientos en el Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture y la negativa de República Dominicana de autorizar su aterrizaje.
La fecha de su regreso sigue siendo incierta, mientras varias embajadas han retirado a su personal y República Dominicana ha rechazado la creación de campos de refugiados.