El talco, un mineral conocido por su capacidad de absorber agua y suavizar la piel, ha sido un componente esencial en cosméticos y productos farmacéuticos durante décadas. Sin embargo, su reputación está siendo cuestionada debido a preocupaciones sobre su seguridad. El pasado 9 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al talco como “probablemente cancerígeno”, basándose en una evaluación reciente de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC).
Evaluación de la IARC: Un Giro en la Percepción del Talco
La clasificación de la IARC, publicada en la prestigiosa revista The Lancet Oncology, fue el resultado de un riguroso análisis realizado por 29 científicos de 13 países en junio de 2024. Estos expertos evaluaron la carcinogenicidad del talco y concluyeron que existe una combinación de evidencia limitada en humanos, pruebas suficientes en animales y evidencia mecanicista sólida que sugieren que el talco puede causar cáncer en humanos. Esta nueva clasificación coloca al talco en el Grupo 2A de la IARC: probablemente carcinogénico para los humanos.
Los Factores de Riesgo y la Asociación con el Cáncer de Ovario
Durante años, se ha debatido sobre la posible relación entre el uso de talco en la zona perineal y el cáncer de ovario. A pesar de la falta de una causa clara para la mayoría de los casos de cáncer de ovario, estudios han sugerido dos hipótesis principales: el daño tisular durante la ovulación y las fluctuaciones hormonales. La Sociedad Americana del Cáncer también menciona otros factores de riesgo como la edad, la obesidad, la terapia hormonal postmenopáusica, y los antecedentes familiares de cáncer.
Ahora, con la reciente declaración de la IARC, la exposición al talco se suma a esta lista de factores de riesgo. Es importante destacar que, aunque el talco no es el único factor de riesgo, su uso en productos de higiene femenina podría tener implicaciones significativas para la salud.
¿Qué Implica Esta Nueva Clasificación?
El talco se encuentra en una amplia variedad de productos cotidianos, desde polvos para bebés hasta productos de higiene femenina y cosméticos. Las mujeres, en particular, pueden estar expuestas al talco a través de polvos corporales utilizados en el área genital-rectal, en toallas sanitarias, ropa interior y diafragmas. Además, muchos condones usan talco como lubricante de superficie, lo que podría aumentar la exposición a través del tracto genital.
Ante estas nuevas evidencias, es probable que veamos una revisión de las políticas de salud pública tanto en Europa como a nivel mundial. Los consumidores deben estar informados sobre los posibles riesgos asociados con el talco y considerar alternativas más seguras. Mientras tanto, la comunidad científica continuará investigando para proporcionar una comprensión más completa de los riesgos y beneficios del uso del talco en productos de consumo.
