Mérida.- Las hogueras ceremoniales se encendieron y algunos indígenas resoplaron en las conchas de caracol, para hacerlas sonar, mientras el amanecer dejaba entrever los escalones de la pirámide principal de las ruinas de Chichén Itzá ayer viernes, marcando lo que muchos creen es la conclusión de un vasto ciclo de cinco mil 125 años en el calendario maya.
Personas en todo el planeta habían interpretado el hito como el fin del mundo.
Cientos reunidos en la antigua ciudad maya, sin embargo, dijeron creer que marcó el nacimiento de una nueva y mejor era.
Una cosa fue evidente para muchos en el lugar: El mundo no llegó a su fin.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) incluso sugirió que los cálculos históricos para sincronizar los calendarios mayas y de Occidente podían tener algunos días de diferencia. Indicó que el ciclo del Calendario del Largo Conteo Maya podría no terminar realmente sino hasta el domingo.
Sin importar los detalles, la posibilidad de marcar un cambio de época parecía ser el tema principal entre quienes celebraban en la península de Yucatán.
Lo que nadie consideraba es que el momento fuera apocalíptico, como algunos en años recientes habían interpretado el significado del final del 13er baktún, pese a la insistencia de arqueólogos y los mayas mismos de que sus antepasados jamás habían profetizado tal cosa.
De hecho, la paranoia del fin del mundo se extendió alrededor de todo el planeta.
Decenas de escuelas en Michigan cancelaron clases para miles de estudiantes esta semana ante los rumores de actos de violencia relacionados con la fecha profética. En Francia, las personas que esperaban el fin del mundo miraban hacia una montaña en los Pirineos donde se creía que una nave espacial oculta los secuestraría. Y en China, las autoridades tomaron medidas contra un grupo cristiano que propagó rumores sobre el fin del mundo mientras predicaba que Jesús había reencarnado como mujer en el centro de China.
Pero mientras el amanecer del viernes empezaba a llegar al planeta, no había señales apocalípticas.
De hecho, la red social Imgur publicó imágenes de relojes poco después de la medianoche en la región Asia-Pacífico con mensajes como: “El mundo no se acabó. Atentamente, Nueva Zelanda”.
Agencias