in

Notas sobre sindicalismo (III)

Superiberia

El punto de lucha desde los años de Cárdenas a los de De la Madrid debió haber sido la democracia y la autonomía sindical, independiente de las mejoras laborales que por lo general no lograron equilibrar el nivel de vida de los trabajadores. Una especie de consigna no hablada ni escrita mantenía a los sindicatos “solidarios” con la supuesta economía nacional.

En las décadas de los cincuenta a los setenta se exhaltó el llamado “milagro mexicano”, idea que se vendió por décadas como el desarrollo estabilizador. Con algunos reveses, «este modelo sería la guía de desarrollo del capitalismo mexicano hasta finales de los años setenta y principios de los ochenta, cuando entraría  finalmente en una crisis definitiva» (H. Santos Azuela).

En el sexenio de De la Madrid, el corporativismo, la economía y la política tocaron fondo y resintieron los excesos de los gobiernos anteriores. La inflación llegó a niveles increíbles, el fondo de pensiones de los trabajadores de Estado sufrió un saqueo sistemático en los dos sexenios anteriores, el salario de los trabajadores era exiguo a pesar de que, irónicamente, algunos cobraban en millones de pesos mensuales.

Para entrar en la campaña por el relevo presidencial fue necesario celebrar un Pacto con el sector empresarial y establecer una tregua que detuviera la inflación galopante, mientras los sindicatos de obreros y burócratas se replegaban una vez más. En esas elecciones de 1988 la Constitución Política fue la válvula de escape que evitó la explosión del país mediante los espacios abiertos a la oposición por la vía plurinominal.

En el circo, maroma y teatro que atrapa a la sociedad mexicana,  si ganó Salinas o le cometieron fraude a Cuauhtémoc Cárdenas es algo que se pierde en la espesura de las especulaciones y suposiciones. Sea cual fuese la verdad, la realidad llegó desde la Secretaría de Programación y Presupuesto para abrir las puertas a una modernización que siguió las líneas del neoliberalismo naciente y floreciente. 

«El movimiento obrero debió soportar una política neoliberal que determinó reducir la inflación con base en el congelamiento de las condiciones laborales, el abatimiento gradual de los salarios, la imposición de impuestos confiscatorios y la escala móvil de precios, permitida por las autoridades». (Héctor Santos Azuela. El sindicalismo en México: resistencia proletaria y marco neoliberal, “Alegatos”, Mayo 2011, pp. 197-226).

Estima Octavio Lóyzaga que «En México, en la implantación de las prácticas económicas en el ámbito laboral, inspiradas en el neoliberalismo, han tenido como consecuencia la pérdida salarial y la flexibilización del uso de la fuerza de trabajo y de los derechos de los asalariados» (H. Santos Azuela).

Si bien con Salinas de Gortari se vislumbra el desmantelamiento del corporativismo sindical, se comprueba que en la práctica no fue así, por más que hayan de reconocerse algunas modificaciones en los equilibrios que al presidente en turno le conferían cierta legitimidad y al Estado le daban un sustento. La prisión decretada contra el líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, La Quina, y la defenestración de Carlos Jonguitud Barrios, Presidente vanguardista del SNTE, ambos en la cúspide del poder, rebelan esta tendencia (Trejo Delarbre:398).

Los trabajadores necesitan sindicatos que intercedan por ellos, antes de recurrir a los tribunales para defender sus derechos. Lamentablemente, a diferencia del pasado reciente, hoy las leyes no favorecen al trabajador, pues han sufrido modificaciones que fortalecen al libre comercio y la empresa privada. Los sindicatos tienen mucho qué hacer en estas condiciones.

Con un discurso institucional que algunos defienden, o con una arenga disidente que otros aplauden, el sindicalismo no ha perdido su vigencia por más que el neoliberalismo trasnochado le haya hecho creer a una sociedad acrítica y confundida que éstos pasaron de moda y su función ya no es necesaria. La nueva etapa requiere el camino de la autonomía, separarse del aparato gubernamental para fortalecer sus facultades y atribuciones. gilnieto2012@gmail.com

CANAL OFICIAL

Estado le adeuda 5 mdp a Córdoba

Bandas de Puebla operan en Veracruz