Cordoba.- Durante la tarde del día 2 de septiembre de 2013, un grupo de maestros estatales, con pancartas de protestas, se sumaron a las movilizaciones que a nivel nacional se llevan a cabo en contra de la aprobación de las leyes secundarias de la reforma educativa. Realizaron una marcha y esa misma tarde decidieron endurecer sus protestas. El día 3 de septiembre por segundo día consecutivo más de 40 mil alumnos de la zona Centro del estado, se quedaron sin clases. Los maestros iniciaron a las 10 a.m. una marcha por toda la avenida 1 hasta el parque 21 de Mayo. Cabe resaltar que ya había previas intenciones de parte del equipo político de la Sección 32 de detener dicha manifestación, al igual que la Sección 56 había elaborado la misma estrategia para impedir la concentración por lo que ese día llegaron al parque 21 de Mayo.
El profesor Jesús Jacinto Alfaro, comenta: “Nos quisieron calmar, mediante un discurso falso, charril y entreguista nos proponían que regresaremos a clases el día 4 de septiembre, que los dejáramos a ellos para que resolvieran “el conflicto”. Desobedecimos e ignoramos por completo su discurso traidor y vano. Tres cuartos de los asistentes seguimos con la marcha por la avenida 1 hasta a la calle 10 para seguir por el parque del Quinto Centenario hasta la caseta de cobro de Fortín de las Flores”. Otro maestro señala: “Aún recuerdo durante el trayecto varias maestras sufrieron fatiga e insolación, cinco compañeras embarazadas tuvieron que ser trasladadas en patrullas hasta la caseta por inflamación de sus pies”…
“Al grito de ‘aquí no hay siglas todos somos base’, se conformó en la caseta de cobro de Fortín, la primera señal del movimiento, nos organizamos en la zona Centro del Estado, los maestros de los municipios de Córdoba, Fortín, Paso del Macho, Atoyac, Omealca, Cuichapa, La patrona, Amatlán, Coetzala, San Nicolás, Huatusco, Coscomatepec, Alpatláhuac, Monte Blanco bajo el nombre de bases magisteriales como un movimiento en disidencia, en contra de las modificaciones que le hicieron al Art. 3ero. y 73 constitucionales”.
CONFORMAN
CAMPAMENTO
“Una vez conformado el campamento de Córdoba nos tuvimos que organizar por voceros de cada una de las carpas que se encontraban en el parque 21 de Mayo. Completamente repleto día y noche de maestros de educación pública de todos los niveles y modalidades de educación básica, empezamos a conformar una asamblea representativa, toda decisión se consensaba, todo se proponía y en base a una discusión se aprobaba o rechazaba. El día 7 de septiembre se empezaron a conformar los enlaces a nivel estatal, para el 8 de septiembre ya contábamos con una radiografía de la disidencia política magisterial que existía en todo el estado. Éramos la mayoría. El campamento de bases magisteriales delegó a dos comisiones de compañeros para formar enlaces políticos con la capital Xalapa”.
“En cuanto a la integración del campamento vino la edificación de Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV).
“Para esto, nosotros en la zona Centro seguíamos manifestando nuestra inconformidad manteniendo las escuelas cerradas e informando a las asociaciones de padres de familia de las consecuencias de esta nefasta ley impuesta por el presidente Enrique Peña Nieto (mostrando cierto repudio) aprobada por las Cámaras Alta y Baja de forma patética al no haberla leído. No había institución pública que no manifestara su repudio a la reforma”, agrega.
“Recuerdo -entre risas- hasta los planteles de los Cobaev mantuvimos cerrados aún cuándo sean organismos descentralizados, en ese entonces los compañeros maestros de los colegios de Bachilleres argumentaban que la reforma a ellos no les atentaba a sus derechos laborales, hoy en día han participado de manera activa en nuestros diversos frentes de lucha”.
“Con los padres de familia hicimos y seguimos haciendo mucho énfasis en las consecuencias del modelo de autogestión para las escuelas públicas en las que inscriben a sus hijos. Ese es uno de los principales motivos de nuestra disidencia que el modelo de autogestión tiende a privatizar la escuela pública en México”.
A partir del día 15 de septiembre se contó por parte de los maestros de Veracruz con representación en la Ciudad de México, además de la toma de escuelas, inspecciones o supervisiones escolares, de los sectores, subdelegación de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y oficinas centrales de la SEV en Xalapa y en todo el estado, realizando marchas y plantones por todo el estado, por las calles, caminos, puentes, plazas, palacios se realizaban marchas y mítines políticos donde se pretendía informar a la sociedad y todos los compañeros que esta mal llamada reforma educativa no representa la solución para el problema educativo en México. En los municipios de Tatahuicapan, Tezoquipan, Pajapan y otros fueron tomados los palacios municipales, en la sierra de Zongolica la reacción fue la misma, un total y rotundo rechazo a la reforma educativa, los maestros en ese momento conscientes de la realidad social, politica y económica de la sierra.
Es el día 16 de setiembre que acuden al monumento de la Revolución en el Distrito Federal y se extiende el enlace con la expresión política interna del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación con la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, por vez primera los maestros de Veracruz de todos los sindicatos estatales y federales hacían contacto con la expresión política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). En palabras del maestro Jesús Jacinto: “Cuándo los empezamos a tratar, supimos que era el camino hacia la democratización sindical, es el camino hacia la defensa de nuestros derechos laborales, el discurso dialéctico para levantar a tantas masas dormidas. Por algo, los gobiernos estatales y autoridades educativas y laborales la satanizan”.
Aún así estando una representación en el Distrito Federal de varios cientos de maestros del estado las movilizaciones seguían y seguían. Hasta que se conformó un sólo frente de lucha magisterial veracruzano, en la sección novena, ubicada en la calle Allende con Belisario Domínguez #32 de la colonia Centro del Distrito Federal, en la segundo planta salón. La lucha magisterial sigue en pie.
Enzzo Omar Sosa
El Buen Tono