De la Redacción
el buen tono
Nogales.- Las recientes acciones del Ayuntamiento, que consistieron en la instalación de dos bases de radiocomunicación en Santa Cruz y Atzizintla, esta última en el estado de Puebla, resultaron ser una burla para los ciudadanos y una muestra más de la incompetencia y corrupción que impera entre las autoridades municipales.
La medida resultó ser insuficiente e inútil para prevenir barrancadas y otros desastres naturales que afectan a las comunidades.
Lejos de ofrecer una solución efectiva, las bases constituyen un gasto inútil que no aborda las verdaderas necesidades que tiene la región.
Los habitantes de Santa Cruz y Atzizintla fueron claron: se requieren obras de mitigación que protejan a las comunidades de los peligros inminentes de la temporada.
Sin embargo, las autoridades municipales que preside, Ernesto Torres Navarro, se niegan a realizar estas obras, alegando falta de recursos, mientras continúan desviando fondos públicos para sus bolsillos.
La realidad es que la corrupción y el desvío de recursos son prácticas comunes que impiden el desarrollo y la seguridad de estas localidades.
Es inconcebible que, en pleno Siglo XXI, las autoridades sigan priorizando sus intereses personales sobre el bienestar de la población.
La instalación de las bases de radiocomunicación es una solución superficial, pero también una evidencia palpable de la falta de voluntad política para enfrentar los problemas reales que ponen en riesgo a los habitantes.
