Fortín.- “Si tú no vas a comer carne piensa qué es mejor, dejar de comer, dejar de pecar”, así fue como el sacerdote de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, Jorge Montero Díaz resumió el significado de la Cuaresma que inició ayer con la imposición de la ceniza.
No así, el presbítero reconoció que ha disminuido el número de feligreses que acuden a recibir la ceniza, lo que a su punto de vista tiene dos vertientes, la negativa, que es el menor número de católicos; aunque por otro lado, el aspecto positivo es que quien acude a la iglesia va con el real compromiso de fe y de ir componiendo su vida.
Explicó que el número de católicos que acuden a la imposición de ceniza ha disminuido, especialmente desde que entró en vigor la Reforma Litúrgica y la cual señala, “no todos son aptos para recibir esta unción”. Recordó que anteriormente eran multitudes las que abarrotaban las iglesias a ponerse ceniza, pero no todos lo hacían con este compromiso, incluso a las parroquias llegaban personas alcoholizadas o bebés de pecho, pero eso reflejaba que no se tenía conciencia del verdadero sentido de este día.
Con la Reforma Litúrgica, se comenzó a dejar claro el significado de este día como acercarse a Dios, “no se trata sólo de un polvito mágico, se trata de tomar un verdadero compromiso de fe y enderezar su vida, cuando entienden este concepto entonces se van alejando de la iglesia, es decir, son pocos pero con una verdadera vocación católica”.
Esta acción la comparó como aquellos años en que el Papa Juan Pablo Segundo visitó el país, “miles de feligreses lo fueron a ver, eran multitudes, pero ¿por que iban? ¿Por ser católicos o por moda?”, cuestionó el
sacerdote.
Celia DÌaz GarcÌa
El Buen Tono