Córdoba.- Al término de su Administración, queda más clara la ineptitud de Tomás Ríos como alcalde y el porqué Córdoba queda tan rezagada, luego de su nefasto segundo período al frente de la ciudad; 41 millones y medio de pesos, etiquetados y disponibles para obras públicas, se quedaron en la Tesorería.
En una ciudad con tantas necesidades, algunas de ellas urgentes de resolver, dejó recursos intocados.
Ayer, cacaraqueó como un logro el saldo en las cuentas bancarias del Ayuntamiento, cuando en realidad refleja la incompetencia y el escaso cerebro de quien administró los recursos de los cordobeses los últimos cuatro años.
Su declaración fue una burla para los cordobeses, pero también para la Alcaldesa electa. Son ocho obras que la ciudad requería urgentemente, entre muchas otras acciones, las que deja pendientes: el techado de la Alberca Olímpica en la Unidad Huilangos; agua potable para la colonia Aquiles Córdova Morán; la electrificación de las casas en la Unidad Habitacional Banamex; la cuestionada ampliación de las banquetas en el centro comercial de la ciudad; el Parque Lineal en la calle 1, y los mercados Revolución y Tratados de Córdoba.
Y a bocajarro, al “ahí se va”, para aprovechar las últimas oportunidades de sacar “moches” de la inversión pública, todavía pretende inaugurar antes del domingo el Centro de Bienestar Animal y el parque de San Rafael Calería, obras que serán “estrenadas” con “detalles faltantes”, según cuatro regidores que recorrieron esos lugares esta misma semana.
La falta de planeación, de proyección, del uso correcto de cronogramas y procedimientos… la corrupción, el nulo interés de servir a la ciudad, la irresponsabilidad permanente en el manejo del dinero público, dieron al traste con las obras que Córdoba sigue necesitando, pues a pesar de tener los recursos suficientes para llevarlos a cabo, la mayoría, como vemos, quedó en proceso, y las pocas obras terminadas, requerirán de inversiones adicionales para prestar un buen servicio a la población.
El Alcalde alcahuete ocupará la historia reciente de Córdoba como el más gris y corrupto Presidente de este municipio. Deja un grupo de funcionarios enriquecidos y rechazados socialmente por el papel de cómplices en un saqueo permanente a las arcas municipales. Deja una ciudad sucia, insegura, con un récord de 102 homicidios en este último año. Deja calles sin banquetas, colonias completas sin servicios básicos y una gran deuda económica.
Porque de eso no “se ufanó” en su declaración de ayer. Sólo mencionó los $41.5 millones que no supo invertir en beneficio de sus gobernados, argumentando que será la presidenta entrante, Lety López, quien tendrá la obligación de continuar y terminar las obras que deja en proceso.
No mencionó la deuda que deja a la siguiente Administración, y que quiso aumentar en las últimas semanas, afortunadamente sin éxito.
¿Qué es peor, la corrupción o la ineptitud?
Lo único bueno, Tomás, ¡es que ya te vas!