El sueño olímpico para México se desvaneció en el estadio Nacional de Brasilia, tras perder 1-0 ante Corea y todo por un golazo de Changhoon, pero sobre todo por la incapacidad ofensiva del Tri, al que ni siquiera le habría valido el empate.
Aquel objetivo de refrendar la medalla de oro de hace cuatro años quedó sepultado, luego del cúmulo de circunstancias que afectaron al equipo mexicano, como las dos bajas por lesión: Oribe Peralta y Rodolfo Pizarro.
A eso se suma la baja de juego de Hirving Lozano, quien salió a la banca para este cotejo y en menos de 45 minutos se hizo amonestar dos veces para salir expulsado.
Se agrega el peso de no poder ganarle a Alemania en el primer juego cuando tuvieron opciones claras.
Ante Corea, de poco sirvió la enjundia de los jugadores o los gritos desgañitados de Raúl Gutiérrez, porque al 76’, un coreano dribló a la defensa mexicana y con potencia puso el esférico en el ángulo para anotar el único gol.
En el duelo, Raúl Gutiérrez decidió no guardar nada y al inicio del segundo tiempo ingresó al Chucky por Arturo González para inquietar más por esa banda.
Posteriormente, metió a Raúl Dedos López para sacarle algún provecho a su pierna derecha, cuyos centros suelen ser precisos. Pero nada. A cuentagotas llegaron las opciones gracias a ambos cambios, pero nunca un gol.
Cisneros cimbró el poste con un disparo que prometía mecer las redes, pero nunca cumplió al 61’. Después intentó de tiro libre y la redonda se negó a entrar al marco.
El Tri quedó eliminado con 4 puntos en el Grupo C, que se llevó Corea con 7 puntos seguido de Alemania con 5 unidades, gracias a que goleó 10-0 a Fiji.
El trono quedó vacante en el fútbol varonil olímpico y el Tri regresará a casa con las manos vacías y sin siquiera haber dado una verdadera pelea en general durante el torneo, y con esto se suma otro fracaso en el fútbol mexicano.