efraín hernández
El Buen Tono
Córdoba.- En el contexto de las festividades de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega, destacó, durante su homilía, la significativa práctica de recordar a los difuntos.
En ese sentido, enfatizó que la estructura de la institución religiosa se divide en tres dimensiones: la Iglesia Militante, la Celeste y la Purgante, cada una con su papel en la vida espiritual de los creyentes.
En entrevista, monseñor explicó que la Militante es integrada por los fieles que habitan en la tierra y continúan su camino espiritual.
También mencionó que la Celeste representa a quienes han triunfado y se encuentran junto a Cristo. Igualmente, destacó la importancia de las almas en el purgatorio, que forman parte de la Purgante y están en un proceso de purificación. “No debemos olvidar que estas almas también son parte de nuestra familia espiritual y requieren de nuestras oraciones”.
Durante su culto, el prelado recordó que el primero de noviembre se celebra a Todos los Santos, mientras que el día 2 está dedicado a los Fieles Difuntos, integrando la celebración de los Días de Muertos.
Esta dualidad de conmemoraciones simboliza la interconexión entre las tres dimensiones, unidas bajo la benevolencia de Dios, a través de Cristo. “Estos días son una oportunidad para fortalecer nuestro vínculo con el pasado y la tradición de nuestra fe”, declaró.
Ante las inquietudes sobre la pérdida de tradiciones, el líder de la grey católica se mostró optimista, afirmando que festividades como esta, la celebración de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, las posadas y la Navidad experimentan un renacer. “Las tradiciones no sólo se mantienen, sino que se enriquecen con el tiempo. Invito a todos a vivir estas festividades con fervor y devoción”, concluyó, exhortando a los fieles a participar con un corazón abierto y lleno de gratitud.
