Córdoba.- En la localidad las personas que sufren de alguna discapacidad no sólo tienen que enfrentarse a la falta de calles dignas que les permitan desarrollar bien sus actividades diarias, también tienen que pelear se les respeten los espacios de estacionamiento destinados especialmente para ellos.
No sólo en los centros comerciales existen zonas para discapacitados, también en algunas calles, los cuales aunque están debidamente señalados con una imagen en color azul y blanco, la falta de cultura de la ciudadanía y del cumplimiento de los reglamentos viales, derivan en abusos para este sector de la población.
Dicha situación, pese a que se han elaborado una gran cantidad de leyes y reformas en “beneficio” de las personas con discapacidad, éstas siguen siendo marginadas en todos los aspectos.
En la localidad, existen muy pocas rampas de acceso para las personas que utilizan sillas de ruedas, algunos de los pocos espacios que se encuentran en buen estado, son obstaculizados por los conductores que estacionan sus vehículos en dichas zonas, los cuales anta la indolencia de las autoridades de Tránsito, hacen caso omiso de las necesidades de la ciudadanía.
Otro de los factores que dejan notar es la falta de atención que reciben las personas con capacidades diferentes, es que muchas de las banquetas no sólo carecen de rampas, si no que algunas cuentan con escalinatas que dificultan aún más su paso.
Lo más vergonzoso es que los empleados de distintas áreas, tanto municipales como estatales, hagan uso de su cargo público valiéndose de éste para violar los reglamentos de Tránsito.
Cabe señalar que esta situación ha sido fomentada por Óscar Barquet Viñas, director de Tránsito y Vialidad Municipal, quien al hacerse de la “vista gorda” permite que este tipo de situaciones continúen presentándose, sobre todo afectando a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono
