Pacho Viejo.- “No nos vamos a ‘quebrar’, vamos a ser dignos y firmes”, advirtió Roberto González Meza, el exjefe policiaco de la Fuerza Especial de Seguridad Pública y de la Fuerza Civil, ahora acusado de participar en una política de desaparición forzada durante el Gobierno de Javier Duarte.
El exjefe habla fuerte, le da palabras de aliento a la tropa, que lo escucha con atención, mientras Arturo Bermúdez, el extitular de la SSP, prefiere salir de la sala sin decir una palabra.
“No se vale que la gente se ría, no agachen la cabeza, no sé cuánto tiempo va a pasar, tres o seis meses, lo que sea estamos aquí, no es válido que se rían”.
Acompañado de su esposa, quien inició una red de comunicación con familiares y esposas de los policías detenidos, advierte que no permitirá que haya abusos de justicia. El exmando acusado directamente de permitir la detención ilegal, la entrega y desaparición de jóvenes, sólo por ser sospechoso, reclama justicia y asegura que tiene respeto por el dolor de las familias de los desaparecidos.
“Vamos a ser fuertes, vamos a cuidarnos entre nosotros. Firmes y dignos señores, no nos vamos a doblegar”, advirtió.
González también ha procurado la defensa jurídica para los 16 policías implicados, el mismo bufete que lleva su caso se encarga de los elementos policiacos.
La estructura de de-saparición forzada quedó registrada a través de tarjetas informativas firmadas, donde se detalla el modus operandi de los elementos policiacos.
La investigación de la causa penal 22/2018, que sigue la Fiscalía General del Estado (FGE), revela que elementos policiacos a su cargo eran parte de un ‘escuadrón de la muerte’ que patrullaba y entregaba a civiles sospechosos de ser criminales, que luego los desaparecían.