Coatzacoalcos.- Los restos del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz fueron sepultados la tarde ayer en la localidad de Villa Allende, desde donde su familia rechazó la versión del Gobierno de Veracruz en el sentido de que su secuestro y asesinato derivó de “pleitos vecinales”.
La viuda, Carmela Hernández, dijo que su esposo fue levantado y asesinado “por la publicación y difusión de información donde narraba hechos delictivos, no por un pleito vecinal”.
Con un profundo dolor reflejado en su rostro, doña Carmela apenas podía mantenerse en pie. Hacía hasta lo imposible por sostener a los hijos menores de Gregorio que en medio del llanto gritaban “¡te queremos papá!, ¿¡por qué te fuiste!?”
Reconoció que hubo el conflicto entre la hoy acusada, Teresa Sánchez Cruz -propietaria del bar El Palmar- y su esposo; sin embargo, el enojo que derivó en el asesinato fue de “una nota que (Goyo) sacó días antes de ese pleito”, en donde se hablaba sobre la agresión con arma blanca a un joven en ese lugar.
Remarcó que ese pleito, corrido tres meses atrás, fue el escenario en donde “ella aprovechó para decirle que eso no se iba a quedar así, que ella lo mandaría matar, que no sabía con quién se metía, que ella tenía muchas influencias”.
De hecho, dijo que por ese pleito se le puso una denuncia a la dueña del bar, “fue por la vía de la conciliación, y allí quedó todo, que no iba a mover más”.
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