ORIZABA.- La presencia de las fuerzas del orden en la ciudad no garantiza que disminuya la violencia, porque la paz no viene por decreto, no es suficiente, pero sí están ante una realidad histórica de reivindicar su papel como mandos de Seguridad, seres humanos
que merezcan nuestro respeto y admiración, nuestra estima y reconocimiento, así como un voto de confianza, dijo el vocero diocesano Helkyn Enríquez Báez.
Agregó que se podría tener todo un Ejército acá pero no se puede imponer, es un factor por el momento de urgencia, es algo necesario porque ahora debe establecerse la paz, pero es un paliativo.
En conferencia de prensa, se le preguntó si la llegada de las fuerzas del orden como lo dispuso el Gobierno del Estado disminuirán la violencia, Enríquez Báez estimó que eso no es suficiente.
Es como un paliativo que ayuda aunque la paz va a surgir al recuperar los valores fundamentales, es decir, la formación, cívica, humana, cristiana, de valores humanos al interior de la familia, la búsqueda de su integración, de un desarrollo de la comunidad donde se generan trabajos con salarios dignos, precisamente que ayuden no solamente al desarrollo económico, sino también intelectual, artístico y humano de nuestra sociedad, son aspectos que contribuyen a la paz.
Y es que de no invertir en educación, desarrollo, salud y creación de zonas deportivas, no habrá espacios de paz, pero además, sino se regresa a la espiritualidad, dijo el sacerdote, tampoco se está cumpliendo la corresponsabilidad que se necesita.
Las fuerzas de seguridad controlan, garantizan, pero son distintos actores porque van desde las familias, escuelas, gobiernos y las Iglesias, debemos de colaborar todos, porque si sólo el Gobierno trabaja sin apoyo de los demás actores o la Iglesia no tiene una actividad al interior de las familias buscando formación de valores espirituales, cristianos y de fraternidad, en definitiva tampoco puede hacer nada, insistió, se puede reestructurar la paz con la corresponsabilidad de todos, insistió.
Además, compartió la experiencia de haber vivido en otros países donde fuerzas de Seguridad y los Bomberos son objeto de vivas y aplausos porque son reconocidos como un órgano que ayuda mucho en la historia de su Nación.