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Niños sin ilusión

Superiberia

Cuitláhuac.- Para Moisés Pantoja, un niño de 10 años, este Día de Reyes no se despertará con la ilusión de ver sus juguetes en el Pino de Navidad, se parará de la cama para madrugar e irse al campo a cortar caña y así traer sustento a su casa, pues el tener juguetes este 6 de enero es sólo un lujo y ya no una tradición.

 

Moisés, tercer hijo de seis niños que doña María Martínez Pantoja, madre cañera y trabajadora del campo, procreó y que ahora se dedican a cortar caña; menciona que esta es la primera vez que no recibirán regalos, pues no cuentan con recursos para comprar un juguete, sólo tienen dinero para
medio vivir.

 

La casa donde viven pertenece a un predio del ejido Mata Clara, su estructura es fría, con láminas viejas, algunas agujereadas por los pasados ventarrones que azotaron el municipio de Cuitláhuac, sin revocar y sólo con algunas protecciones, sirve de abrigo a los niños que duermen todos apilados en una cama, la cual les proporciona el calor al juntar sus cuerpecitos el uno con el otro.

 

Así que Moisés y tres de sus hermanos, los más grandes, de 10, 12 y 14 años, se levantan de su cama a las 05:00 horas, se visten y sin probar siquiera un trago de café se enfilan al campo en donde por 11 horas trabajan cortando caña, hasta las 12:00 horas comen lo poco que su madre les puede mandar de “lonche”, salen a las 16:00 horas a descansar para estar listos para la siguiente jornada.

 

Los pequeños trabajadores se van a su casa a descansar o jugar, ya que ahora no cuentan con televisor, pues el que tenían ya no sirve producto del apagón analógico;  “ya no tienen esa distracción, miraban la tele, pero ahora que ya no se ve pues ya no la ven”, mencionó la mamá de estos pequeños cortadores de caña.

 

Estos niños han cambiado su infancia por un machete y una ánfora con agua, obteniendo como recompensa manos con ampollas, lesiones en éstas, producto del filo de la hoja de la gramínea y 150 pesos diarios que llevan a su hogar para comprar de comer y artículos de primera necesidad. 

 

Los niños cortadores se preguntan por qué los Reyes Magos no llegan a su hogar si sólo buscan llevar dinero, son obedientes y no se meten con nadie; doña María les responde: porque no hay efectivo para comprar juguetes. Ella misma los consuela diciéndoles que si tuviera les compraría cosas para que jugaran.

 

“No tenemos dinero, mis hijos cortan caña y no van a la escuela, estamos jodidos”, dijo Martínez Pantoja, quien mostraba pasividad y a la vez impotencia por no darles a sus seis hijos los regalos que se merecen por ser los “reyes” de este día frío, de un enero que pinta muy mal económicamente hablando para muchas familias de Mata Clara y de varias comunidades, para las cuales hoy será un crudo amanecer porque sus niños sólo tienen un machete para “entretenerse” cortando caña en el campo.

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