Sandra González
EL BUEN TONO
CÓRDOBA.- El coordinador de Seguridad Pública de Orizaba, Francisco Arenas Jaramillo, reconoció que los niños pidiendo o vendiendo en las calles se ha convertido en un problema social en la ciudad. Incluso se ha detectado que algunos de estos menores son traídos de comunidades cercanas a Orizaba.
Aunque no sabe si son utilizados para delinquir, señaló que es evidente que se trata de un problema social que debe ser atendido. Arenas Jaramillo explicó que los niños de entre 6 y 12 años ya están acostumbrados a pedir dinero en la calle, lo que indica un problema de valores y de responsabilidad social que la ciudad está enfrentando.
Consideró que la situación es grave porque los menores son transportados a Orizaba, donde hay mayor poder adquisitivo, y se les hace fácil pedir dinero. También habló sobre la situación de los indigentes en la ciudad, a quienes considera que se les brinda una atención especial. Dijo que la ciudad es un paraíso para estas personas, ya que pueden obtener comida en lugares como La Casa de la Iglesia.