Xalapa.- Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), la infancia jornalera está marcada por la injusticia de la pobreza extrema y la crueldad, lo que les convierte en uno de los grupos de enorme vulnerabilidad social.
Los infantes trabajadores del campo veracruzano son analfabetas y/o no concluyen la educación primaria; además presentan desnutrición o alguna enfermedad asociada a la pobreza, y tienen un elevado deterioro de la salud, debido al esfuerzo que implica su trabajo. Debido a la delicadeza y cuidado que tienen las tareas del agro, propicia una demanda mayor por el trabajo femenino y de infantes.
La gran mayoría de los niños jornaleros habitan en viviendas que se encuentran en malas condiciones, además que las unidades de trabajo no tienen servicios de salud.
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