Todos hemos hecho berrinche por tener que arreglar tu cuarto. El negarse podía generar castigos que en ocasiones eran mucho peor que tender la cama, sin embargo, esto no amerita cometer un homicidio por el simple hecho de tener flojera.
La tarde del 3 de noviembre un menor de 11 años le disparó a su abuela y luego se suicidó por tener que arreglar su habitación, de acuerdo con información de Arizona Daily Independent, los hechos ocurrieron a las cinco de la tarde en la ciudad de Litchfield Park.
La oficina del Sheriff del Condado de Maricopa recibió una llamada de Doyle Hebert quien relató cómo su nieto le había disparado a su esposa Yvonne Woodard de 65 años, antes de quitarse la vida.