Un dramático incidente sacudió este viernes la tranquilidad de Paso del Macho, cuando un niño de 12 años, identificado como “Coquis”, se lanzó desde el puente de entrada al pueblo, aparentemente impulsado por una profunda depresión. Según fuentes cercanas, el menor había estado varios minutos en la baranda del puente, esperando que algún automovilista se detuviera a ayudarlo. Desafortunadamente, nadie lo hizo.
A pesar de la gravedad del acto, el destino intervino de manera milagrosa. El viento desvió su cuerpo hacia una zona arbolada, lo que evitó consecuencias fatales. Paramédicos de Protección Civil y policías municipales llegaron al lugar rápidamente y trasladaron al menor al IMSS de Córdoba, donde fue atendido por lesiones que, afortunadamente, no ponen en riesgo su vida.
Una historia de abandono
El pequeño Coquis enfrenta una dura situación familiar. Abandonado por su madre cuando tenía dos años y con un padre ausente, el niño vive con sus abuelos, quienes han asumido su cuidado. La desesperación y el dolor acumulado parecen haber llevado al menor a tomar esta desgarradora decisión.
Lo que sorprendió a los presentes fue la aparición de Eduardo Pulido Ochoa, un conocido obrero de la zona apodado “La Parca”, quien en lugar de consolar al niño, lo regañó a gritos mientras era llevado a la ambulancia, una escena que generó indignación entre los vecinos.
Un llamado a la empatía y la acción
Este trágico suceso pone de relieve la necesidad de atención urgente a la salud mental de los más jóvenes y la importancia de la empatía en la comunidad. El pequeño Coquis, a pesar de su sufrimiento, ha tenido una segunda oportunidad, pero su historia es un recordatorio de que muchos otros niños enfrentan situaciones similares de abandono y desamparo.
Este incidente debe servir como un llamado de alerta para que las autoridades y la sociedad presten más atención a las señales de crisis emocional, especialmente en los niños y adolescentes que a menudo sufren en silencio.
