AGENCIA
Venezuela.- La Cruz Roja de Venezuela ha sido intervenida por el Gobierno de Nicolás Maduro, que este año ha avanzado en la redacción de leyes para restringir las ONG’s y asociaciones civiles.
La orden se ha dado este viernes a través de una sentencia de Tribunal Supremo de Justicia que ordena una reestructuración “amplia y diversa en la Cruz Roja con la participación de los sectores de la sociedad venezolana”.
En la decisión también se nombra al empresario y expresidente de Fedecámaras Ricardo Cusanno, sin experiencia en asistencia humanitaria pero con cercanía al Gobierno, para dirigir una nueva junta directiva ad hoc que presidirá la institución, administrará sus bienes y modernizará su estructura en el periodo de un año prorrogable.
La intervención no ha sido una sorpresa, pues desde hace dos semanas, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, venía haciendo acusaciones contra la organización y su director, Mario Villarroel, a quien acusó de “abuso de poder”. Los señalamientos los hizo en su programa de televisión Con el mazo dando, transmitido en el canal del Estado.
“Villarroel lleva más de 40 años en el cargo sin elecciones y sin ningún tipo de renovación dentro de la Cruz Roja, manipula en el mundo a mucha gente. Es un mal ejemplo y, además, conspira contra la revolución bolivariana”, dijo Cabello. Dos días después, la Fiscalía, que es aliada de Maduro como el resto de los poderes públicos, anunció el inicio de una investigación en su contra por supuestas denuncias de acoso y malos tratos a trabajadores y voluntarios.
Cabello es el abanderado de la ley de cooperación internacional, aprobada en primera discusión este año, y con la que amenaza restringir las asociaciones civiles y el financiamiento de ONG que trabajan en la documentación de violaciones de derechos humanos en Venezuela, una línea dura que resuena con la que han ejercido Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, al ilegalizar miles de organizaciones y disolver y confiscar, hace apenas dos meses, la Cruz Roja de ese país.
La intervención en Venezuela ha sido vista como un zarpazo a la autonomía del organismo internacional y para algunos activistas sienta un grave precedente contra la libertad de asociación y reunión en Venezuela.
Miguel Villarroel, hijo del director señalado y vicepresidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Media Luna Roja, había advertido sobre la intervención que ahora se ha concretado. En un comunicado grabado en video y colgado en sus redes sociales pedía al Gobierno venezolano que no permitiera que “una acción arbitraria” manchara los 128 años de trabajo humanitario de esta institución en el país.
“Que sean esas instancias internacionales de la organización las que usen los mecanismos internos para resolver las diferencias y que se preserven los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia como base fundamental de la confianza del Estado de Venezuela y la Cruz Roja Internacional”, dijo.