Tras cuatro días de actos violentos que se han saldado con al menos 27 muertos, entre ellos un policía y un periodista, el Gobierno de Nicaragua ha derogado este domingo las reformas de la seguridad social que desataron las protestas callejeras. Los altercados y saqueos han dejado, además, según datos de organizaciones de derechos humanos, más de un centenar de heridos y numerosos daños materiales.
El Consejo Directivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) ha acordado revocar las dos resoluciones que sirvieron como “detonante para que se iniciara esta situación”, según afirmó el presidente del país, Daniel Ortega, en un mensaje a la Nación. El viernes, el número de fallecidos era al menos de diez, pero las protestas se habían recrudecido desde entonces y este domingo continuaban los enfrentamientos y los actos vandálicos.