Por: Andrés Timoteo / columnista
Unos dicen que fue soberbia -porque se sienten sobrados -, otros, impericia y, otros más, holgazanería, pero el sábado pasado el TRI – la selección tricolor de fútbol- le ganó al que se promociona como invencible, Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Pese a las arengas previas, el tabasqueño no logró llenar los 30 mil espacios del estadio Luis “Pirata” de la Fuente de Boca del Río.
Las imágenes de los palcos vacíos fueron el furor en los despachos de prensa y las redes sociales. El rey de los masivos se quedó solo pues los convocados prefirieron quedarse en sus casas a ver el partido de fútbol de México contra Corea del Mundial Rusia 2018, que ir a llenar el mitin. No se dio el duelo de multitudes con los de enfrente, como se había previsto o, mejor dicho, en ese duelo los morenistas no lograron la meta.
Lo divertido es que en un intento de desembarazarse de la pifia de no llenar el estadio boqueño, el candidato a la gubernatura, Cuitláhuac García culpó al gobierno estatal, pero cantinfleando. En su discurso y en entrevistas dio dos versiones distintas: una que el gobernante en funciones habría dado la orden de paralizar a los autobuses en retenes para que estos no llegaran a Boca del Río.
Esa acusación se cae por si sola porque no hubo un sólo video o fotografía de los militantes de Morena retenidos por agentes de vialidad o policías. No hay que olvidar que los lopezobradoristas son expertos en las denuncias en redes sociales, sólo hay que acordarse de los maestros chiapanecos de la CNTE que hace unos meses que fueron desalojados de Xalapa e inundaron las redes sociales de acusaciones, incluso transmitieron en vivo el arrastre del autobús en el que viajaban.
Ahora no hubo una sola denuncia en línea ni constancia en imágenes. El otro argumento que dio García Jiménez a la prensa fue que los dueños de las líneas de autobuses fueron amenazados y cancelaron contratos para transportar a los simpatizantes, pero esa versión también ‘hace agua’ por dos lados, una porque contradice lo que han proclamado en su partido: que no acarrean gente a los mítines.
Por eso López Obrador bautizó a los congregados a sus asambleas como “solovinos”, es decir que solos se movilizan sin necesidad de transporte masivo. ¿Dónde quedaron los “solovinos” ?, ¿por qué al saber de la cancelación del contrato con el autobús pagaron su boleto en alguna línea comercial? Más aún, en las imágenes del sábado pasado hubo decenas de autobuses en los alrededores del estadio boqueño, lo que también daña la teoría de los “solovinos”.
Es obvio que Cuitlá-huac García y los que controlan a Morena en el Estado tuvieron un resbalón operativo, fallaron en la estrategia para llenar el llamado “Coloso del Virginia”, pero no quieren asumir la culpa y optan por responsabilizar a terceros. Y de lo acontecido en el estadio “Pirata” de la Fuente, queda una enseñanza para los sobrados candidatos, dirigentes y simpatizantes de Morena: las redes sociales -donde los ‘chairos’ hacen y deshacen- no votan ni llenan mítines ni acuerpan a sus candidatos.
Ellos podrán levantar triunfos anticipados y “arroces cocidos” en el ciberespacio, pero el mundo real es diferente y quedan a deber. Los ‘peje-bots’, los ‘ciberchairos’, ‘pejezombies’ y toda esa rufianada de las redes morenistas podrían repetir el primero de julio lo que hicieron el sábado en el estadio que les prestó el diputado orizabeño, Fidel Kuri Grajales: quedarse esperando lo que no llegó.
LOS TRES “JOSÉS”
El candidato a la gubernatura por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM), José Yunes Zorrilla estuvo el mismo sábado en el sur del estado donde encabezó cierres de campaña con el candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña. Y vaya, hasta ellos tuvieron mejor convocatoria que Morena y López Obrador, lo que se prestó a la mofa en las redes sociales.
Por ejemplo, dijeron los promotores del priismo que ahí era cuando hacían falta las fotografías falsas de la zacatecana Rocío Nahle para disimular el fracaso, que debió postear otra ‘fakenews’ como lo hizo la semana pasada cuando utilizó la fotografía de un concierto musical de los Rolling Stones en Brasil, del 2006, para asegurar que era un mitin de López Obrador en Ciudad del Carmen, Campeche.
Pero más allá de la mofa, a Yunes Zorrilla le fue bien en sus masivos pues juntó -según sus allegados- a 10 mil personas en el recinto de la Expo Feria Coatzacoalcos, y luego tuvo otro encuentro numeroso en Minatitlán. Ahí le debe agradecer al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) el favor de llenar las plazas.
Aun cuando el gremio petrolero está diezmado por las políticas neoliberales del PRI en el poder y que el corredor sur de Veracruz padece un desempleo crónico -que incluye despidos masivos por la reforma energética y la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex)- les sigue respondiendo al tricolor, al menos con el acarreo, la matraca y las porras.
El sindicato controlado aún con mano de hierro por el hiper-corrupto, Carlos Romero Deschamps, sigue siendo un ‘soldado del PRI’. En apariencia, dirían algunos, pero así se vio en los cierres de campaña. Por cierto, el invitado que llamó la atención en el evento de Coatzacoalcos fue otro “José”, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio González Anaya.
El funcionario federal es nativo del sur veracruzano, pero además es concuño del innombrable de los innombrables, Carlos Salinas de Gortari pues está casado con Gabriela Gerard, hermana de la segunda esposa del exmandatario priista, Ana Paula Gerard. Un salinista puro y el sindicato con el dirigente más charro acuerparon -ellos sí- a Meade y a Yunes Zorrilla. La forma es fondo, dicen los mismos ideólogos del tricolor.
EL MALECÓN
Por su lado, el candidato de la alianza “Por Veracruz al Frente”, conformada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (PMC), Miguel Ángel Yunes Márquez cerró campaña en el Malecón de Veracruz, logrando reunir varios miles de personas -los panistas y perredistas afirman que fueron 30 mil-.
En la Noche de San Juan -por haber sido la tarde-noche del domingo 24 de junio- el exalcalde boqueño, quien lidera las mediciones demoscópicas rumbo a los comicios del próximo domingo, estuvo acompañado por el abanderado presidencial de esa coalición, Ricardo Anaya Cortes.
De colofón hay que remarcar que no fue algo fortuito que los dos candidatos punteros de la contienda -Yunes Márquez y García Jiménez- hayan elegido la conurbación Veracruz-Boca del Río para cerrar con los eventos masivos y hacer uno de los últimos llamados al voto pues en la zona hay unos 600 mil votantes, es la demarcación con más votantes efectivos de toda la entidad y, entonces, el candidato que obtenga la mayoría en los municipios conurbados tendrá una avanzada ventaja que lo podría perfilar como el ganador de la jornada electoral.
Por cierto, en este contexto, fuentes del interior de Morena, aseguran a este espacio que la alerta está encendida en los distritos de Coatzacoalcos y Xalapa cuyas diputaciones federales y locales las tiene ese partido, pero se encuentran en riesgo. De acuerdo con sus cálculos internos, el panismo podría tener una votación histórica en ambos distritos y fracturar la hegemonía del lopezobradorismo.
Los mismos morenistas acusan que los responsables de tal escenario son los alcaldes de Morena de ambos municipios, Víctor Carranza e Hipólito Rodríguez, respectivamente, cuyas pifias y desidias han irritado a los pobladores. ¿Será?