Por: Andrés Timoteo / columnista
El tercer debate entre los candidatos presidenciales fue más decepcionante que los dos anteriores. No hubo ni obuses detonados ni candidatos despedazados y ni siquiera apaleados. Los participantes no se hicieron daño mayor y, por lo tanto, tampoco hubo un desplazamiento significativo de las tendencias demoscópicas.
¿Qué fue lo más destacado? Del panista Ricardo Anaya que le prometió al priista José Antonio Meade que si llega a ocupar Los Pinos tanto él (Meade) como su “jefe” (Enrique Peña Nieto) serán llevados a los tribunales y castigados por la corrupción. Además, reveló la entrega de contratos de obra pública, supuestamente ilícitos, al empresario José María Riobóo, por parte del morenista Andrés Manuel López Obrador cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Del priista José Antonio Meade, que señaló al también empresario pro-morenista Javier Jiménez Espriú de estar ligado a la transnacional Odebrecht e Idesa, la socia mexicana de la compañía brasileña a través del consorcio Braskem-Idesa en el proyecto Etileno Siglo XXI -que mucho tiene que ver con Veracruz, pues tienen concesionado el complejo petroquímico “Pajaritos” en el Sur de la Entidad-, o sea, es parte de la corrupción tan denunciada por Morena.
Jiménez Espriú está propuesto para ser el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en caso de que el tabasqueño gane los comicios presidenciales. Y de López Obrador lo destacable fue el anuncio de quien sería su Secretario de Salud, Jorge Alcocer y la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla.
El candidato de la alianza Morena-PT-PES no se salió de su guion de evadir el debate real, de puja y pugna, ni de su discurso tradicional pese a los señalamientos puntuales que lo relacionan con asuntos poco decentes. No obstante, el tabasqueño sí se tuvo que ocupar en los días posteriores de aclarar los asuntos de Riobóo y Jiménez Espriú, porque no es asunto menor los señalamientos contra ambos. Aun así, los expertos afirman que no se moverá gran cosa su tendencia en las encuestas.
Por su lado, Anaya Cortés a pesar del ataque mediático con denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) no sería desbancado del segundo lugar por el priista Meade Kuribreña, a quien no le alcanzó el tercer debate para hacerse de la segunda posición. Y del Gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, apodado “El Bronco”, no tiene caso gastar espacio.
Entonces, dicho encuentro fue, salvo lo antes citado, casi insustancial. Los contendientes salieron con los mismos pronósticos con los que entraron, nadie colapsó. La contienda aparentemente es entre López Obrador y Anaya Cortés, aunque entre ellos haya 20 puntos de diferencia, pues hay que recordar que las encuestas no son sinónimo de resultados electorales y en los últimos tiempos éstas han sido rebasadas por la votación.
No hay que olvidar lo que sucedió en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en el 2016, cuando todas las casas encuestadoras daban como ganadora a la demócrata Hillary Clinton de entre 38 y 45 puntos sobre Donald Trump, y el republicano resultó ganador de la contienda. También hay que mantener en vigilia la operación del aparato de Estado, que no es nada menor con sus estructuras mapachiles y sus carretadas de dinero.
¿Y EL MISIL DUARTE?
Ya quedan dos semanas de campaña y en estos días se espera que se detone alguna bomba mediática contra el tabasqueño para cimbrarlo de su lugar como delantero. Ojo, no hay que perder de vista que hasta el momento no se ha utilizado el misil llamado Javier Duarte de Ochoa, que está en la cartuchera del Reclusorio Norte.
La expectativa es esa, que la corrupción de Duarte y su componenda con Morena, desde los comicios veracruzanos del 2016, sea un disparo que pegue en el corazón del proyecto lopezobradorista. Hay quienes opinan que eso no dañará mucho al tabasqueño, pero tampoco hay que olvidar que el exGobernador es el personaje más tóxico y uno de los más repudiados en el País, y ligarse a él es contagiarse del repudio popular.
Lo mismo su esposa, Karime Macías, de la cual el mismo López Obrador ha sido defensor, y quien hoy por hoy se disputa el epíteto de la persona más odiada por los mexicanos junto con Enrique Peña Nieto y el fallecido Luisito Rey, papá del cantante Luis Miguel. Lo mediático impacta y los Duarte Macías ajarán la popularidad de cualquiera que les acerquen.
Claro, no hay que confiarse en que se utilice tal estrategia -el uso de la mala fama de Duarte y sus relaciones peligrosas con Morena- porque bien podrían desecharla en el contexto de un supuesto pacto de López Obrador con Peña Nieto -el PriMor (PRI-Morena)- del que ya muchos hablan abiertamente. Es cuestión de esperar para ver el signo de los tiempos y el peso de los acuerdos.
A nivel Estatal, hoy por la noche se realizará en Xalapa el segundo debate entre los candidatos a la Gubernatura, organizado por el Organismo Público Local Electoral (OPLE). La sede será el Museo de Antropología y la expectativa es similar a la esperada a nivel Nacional: que haya un debate contundente que sirva a los electores para tomar decisiones. Obviamente, las expectativas son hacia los dos contendientes reales: el boqueño Miguel Ángel Yunes Márquez de la alianza PAN-PRD-PMC y el xalapeño Cuitláhuac García Jiménez de la coalición Morena-PT-PES.
De ellos se espera que haya una discusión puntual con su debida confrontación, sus réplicas y señalamientos puntillosos, para eso es el espacio. Esos que dicen que el debate es para leer propuestas como una recitación de escuela son los oficiosos de la vieja ortodoxia, pues el encuentro es para que los ciudadanos calibren el talante de cada candidato en la defensa oral de sus proyectos, de sus personas y, por supuesto, la capacidad retórica para exhibir al rival. En términos populares: para que ‘se den hasta con la cubeta’.
HASTA A LOS DE CASA MUERDE
Faltando 17 días para finalizar campaña electoral y 20 para las votaciones, el partido Morena acaba de recibir un revés del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) cuyos magistrados ‘tumbaron’ los candidatos registrados ilegalmente en los distritos de Córdoba, San Andrés Tuxtla y Emiliano Zapata, dándole la razón al Partido Encuentro Social (PES) que impugnó una maniobra de la dirigencia morenista para quedarse con esas postulaciones, pese al convenio de la coalición “Juntos Haremos Historia”.
En la sesión celebrada el pasado martes 12 de junio, el TEV invalidó el registro de Rubén Ríos Uribe como candidato en el Distrito 19 con cabecera en Córdoba a la Diputación Local –quien es personero del dirigente estatal de Morena- y ordenó la restitución de la nominación a José Bernardo Martínez de los Reyes González.
Los magistrados dejaron sin efecto el acuerdo suscrito el 23 de mayo en el OPLE para que Ríos Uribe fuera el candidato de la alianza Morena-PT-PES al considerarlo violatorio del acuerdo de coalición presentado ante el arbitro electoral, y dieron tres días para que se restituyera formalmente a Reyes González y su suplente, José Escamilla Aguilera, como abanderados en Córdoba.
El plazo se divide así: 24 horas para presentar su documentación ante el OPLE, otras 24 horas para que el organismo lo registre formalmente y las 24 horas restantes para que notifique de este trámite al TEV y dé por cumplida la sentencia. Entonces, el candidato de Morena en Córdoba apenas tendrá dos días de campaña para convencer a los electores de votar por él.
El fallo del TEV enfureció al dirigente estatal de Morena, quien ayer arremetió contra los magistrados y los amenazó con un “juicio político” que promoverá ante el Senado -han de estar temblando los aludidos-. Los acusó de “imponer candidatos panistas” en la alianza Morena-PT- PES, pero lo que no dice Huerta es que fueron los líderes del PES los que impugnaron ese madruguete y le echaron a perder su intención de colocar a un incondicional en dicho Distrito.
Por eso, Huerta Ladrón de Guevara también acusó a su homólogo, el dirigente del PES en el Estado, Gonzalo Guízar Valladares, de pactar con el Gobernador en funciones para hacerse de las candidaturas que le pertenecen a Morena. Tal es la paranoia y la pataleta del dirigente morenista que en él se cumple lo que dicen los viejos del pueblo: ‘Cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde”.
BALÓN DISTRACTOR
Y a quince días de que se llegue la jornada electoral inició un distractor poderoso: la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018. Desde ayer las discusiones sobre asuntos electorales se sustituyeron por los del balompié, o como dicen los burlones: “Los que eran expertos en política, ahora serán expertos en fútbol”.
La justa futbolística llega a México como un remedio para todos esos que están hartos del jaloneo electoral, y no faltará quien opine que un partido es más interesante que la elección de un Diputado, un Senador o hasta del Presidente de la República. La Selección Mexicana juega el domingo 17 contra Alemania, y aunque los pronósticos son casi fúnebres, la atención del País estará a la suerte de ese partido sin importar que la derrota esté asegurada.
También México se enfrentará a Corea del Sur el sábado 23 de junio, otra fecha en que el País estará pegado al televisor, por lo menos para que la afición nacional tenga algo de consuelo al ganarle los coreanos –es lo menos que se espera- para aliviar un poco la revolquiza que los alemanes le darán a la Selección Azteca. ¿No creen?
Y para azuzar más la distracción, también está la noticia de que México será una de las sedes para la Copa Mundial 2026 junto con Canadá y EU, la primera en la historia en ser trinacional. Además, México será anfitrión de la copa mundialista por tercera ocasión, pues ya lo fue en 1970 y 1986. Tremendo motivo para que la opinión pública esté, desde ahora, muy al pendiente de cómo rueda el balón en la cancha y deje a un lado el tema de los comicios.