El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de 75 años, enfrentará mañana un nuevo desafío de salud al someterse a una cirugía para extirparle la próstata, según confirmó su oficina este sábado. La intervención se produce después de que el pasado miércoles se le diagnosticara una infección del tracto urinario derivada de un agrandamiento benigno de la próstata, durante un chequeo médico en el hospital Hadassah de Jerusalén.
Netanyahu ha estado bajo tratamiento con antibióticos, logrando superar la infección inicial. A pesar de la cirugía programada, la reunión semanal del gabinete israelí se llevará a cabo como estaba previsto, aunque su oficina no confirmó si el mandatario participará en ella.
Esta no es la primera vez que el líder israelí enfrenta problemas de salud en el último año. En marzo pasado, fue sometido a una operación para corregir una hernia y, en julio, le implantaron un marcapasos tras detectarse una afección cardíaca. Ambas intervenciones ocurrieron en medio de una creciente tensión política en el país.
Actualmente, Netanyahu también se encuentra en una delicada coyuntura política marcada por la prolongada guerra entre Israel y Hamás, que lleva más de 14 meses sin alcanzar un acuerdo. Este conflicto ha generado una intensa presión sobre su gobierno y complica aún más su situación.
Un líder bajo presión política y personal
El estado de salud del primer ministro ha generado especulaciones sobre cómo podrá manejar tanto su recuperación como las responsabilidades de liderar el país en un momento tan crítico. La combinación de desafíos médicos y políticos podría redefinir su liderazgo en los próximos meses.
Seguiremos atentos a los detalles de esta intervención y a las implicaciones para el gobierno de Israel.
