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Egipto.- Nefertiti, la célebre esposa del faraón Akenatón y madrastra del joven rey Tutankamón, sigue siendo una figura enigmática de la historia del antiguo Egipto. Además de su belleza y su papel político, su vida está rodeada de teorías sobre su origen, su linaje y su misteriosa desaparición.
Nefertiti fue una de las pocas reinas del antiguo Egipto con la capacidad de reinar en lugar de su esposo si la situación lo requería, un privilegio excepcional en su tiempo. Su influencia quedó marcada en la historia durante el periodo de Amarna, cuando junto a Akenatón introdujo la adoración exclusiva al disco solar, conocido como Atón, revolucionando la religión egipcia.
Nefertiti, Akenatón, y varios miembros de su familia, incluido Tutankamón, poseían cráneos alargados, una característica que ha alimentado múltiples teorías sobre su origen. Algunos afirman que Nefertiti no fue la madre biológica de Tutankamón, sino su madrastra. Según estas versiones, la madre del faraón niño habría sido Kiya, segunda esposa y hermana de Akenatón.
Libros antiguos sugieren que esta familia real tenía un linaje divino, relacionado con los Anunnakis, seres que supuestamente vinieron de las estrellas y, según algunos relatos, fueron los responsables de construir las pirámides.
Uno de los mayores enigmas sobre Nefertiti es el destino de su cuerpo. Aunque fue una figura central de su época, su tumba jamás ha sido encontrada. Este hecho ha dado lugar a especulaciones que incluyen teorías que señalan que Nefertiti podría haber “regresado a las estrellas” de donde, según ciertas creencias, provenía su linaje.
Por su parte, el cuerpo de Akenatón, aunque descubierto, presenta características físicas que algunos consideran no humanas, alimentando aún más las especulaciones en torno a esta misteriosa familia real.
La figura de Nefertiti sigue fascinando tanto a historiadores como a amantes de los misterios, dejando abierta la puerta a nuevas investigaciones sobre su vida, su muerte y su legado en la historia de Egipto.
El misterioso nombre, de Nefertiti, “significa la bella ha llegado”.