Córdoba.- Nos preguntamos y les preguntamos, ¿qué, no sería bueno impulsar una ley que exija la renuncia de tanto zángano y vividor que existe dentro de la política mexicana?
¿Qué hubiera pasado en Córdoba y en el estado, si no hubieran estado cobrándonos los diputados: Daniela Nadal, Paulina Muguira, Juan Carlos Castro, Víctor Serralde -o cómo se haga llamar ahora-, Leticia y Tomás López Landeros, y Víctor Trujeque?, ¿hubiera afectado en algo el desarrollo en esta ciudad o en la vida cotidiana de los gobernados en la región? o al contrario hubiéramos contado con todos esos millonarios recursos que se aplican para mantener a esta bola de buenos para nada arriba mencionados, que además se burlan viniendo a entregar 5 bultos de cemento, como la diputada Nadal y hasta fotos se toma, o un botiquín como la diputada Paulina Muguira que hasta spots pagó en la radio para informar lo que “hace”. Deberían correrlos a escobazos de las legislaturas, que se vayan a cocinar a sus casas y dejen de hacerle al cuento como que trabajan exprimiendo el erario, y al otro cuarteto Castro, Serralde, Trujeque y López a esos deberían de amarrarlos en el traspatio de sus casas, porque ni para cocinar son buenos.