
Bienvenidos a la lavandería electoral de Córdoba.
Redacción
El Buen Tono
Córdoba, Ver. – Como si la memoria ciudadana no existiera, el escenario político en Córdoba nos regala otra de esas jugadas burdas que solo tienen sentido si lo que se busca es seguir escondiendo la podredumbre bajo la alfombra. Ahora resulta que Nayibe Sacre, hija de Emilio Sacre Luna, es nada menos que la candidata a regidora primera por la planilla de Movimiento Ciudadano. Sí, la misma Nayibe que funge como abogada de cabecera de Leticia López para intentar “limpiar” el cochinero que dejó en la pasada administración panista.
Pero lo más insultante no es su candidatura, sino la narrativa falsa que intentan vender: Leticia López, con total cinismo, publicó en redes que Nayibe es “una mujer de valores y principios”. Qué bonito suena, pero qué mal huele. Porque una persona verdaderamente íntegra y preparada jamás prestaría su nombre para encubrir tranzas, ni mucho menos para justificar irregularidades millonarias como las que le encontró el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz (ORFIS) a Leticia López en sus cuentas públicas.
Para ser exactos en 2019, el ORFIS reportó un daño patrimonial por 41 millones 955 mil 707 pesos.En 2020, la cifra subió a 68 millones 974 mil 112 pesos.Y en 2021, la administración de Leticia López debía solventar 107 millones 324 mil 751 pesos más.El total del cochinero: 218 millones 254 mil 570 pesos.Una verdadera joya de la corrupción municipal.

Como si no bastara con eso, se sabe ya que el flamante aspirante Manuel Alonso Cerezo @ElFacturerodelCrimenOrganizado fue a tocar la puerta de la exalcaldesa a pedirle su bendición y respaldo en la campaña. Claro, porque cuando la credibilidad no alcanza, se buscan alianzas con quienes sí saben moverse en la sombra y en la impunidad.
¿Querrá ese tipo de compañera para que lo asesore en la próxima alcaldía en caso de que resulte ganador? Porque si Nayibe se encarga de “limpiar” tranzas, y Cerezo de ejecutarlas, Córdoba se va a convertir en una verdadera lavandería institucional.
Pero peor aún, ¿desde cuándo Leticia López se volvió referente de valores y buen gobierno? Como si su paso por la alcaldía hubiera sacado a Córdoba del rezago y la corrupción. Si hay alguien que no debería opinar sobre ética pública, es ella.
